AYER MISMO, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad difundió, como cada día 20 de mes, el recuento de la mensualidad previa sobre la incidencia delictiva del fuero común.

Al cierre de 2020, como se presumía, las cifras no son buenas, sino más bien negativas, porque entre los delitos de mayor impacto para la sociedad, sólo el de secuestro mostró un descenso sostenido desde 2016.

El homicidio doloso, el feminicidio y la extorsión han mostrado una tendencia alcista o, en el mejor de los casos, similar de 2017 al pasado 2020, lo que en suma pone en tela de juicio la efectividad de las estrategias.

EL GOLPE de timón en las políticas de seguridad pública al incluir de manera paulatina la participación de las fuerzas armadas federales por todo el país, a la luz de las estadísticas, no ha resultado afortunado.

De los 20 mil 149 homicidios dolosos que se registraron en todo el país en 2016 a los 28 mil 796 hay una escalada significativa; es decir, que la estrategia conocida como “abrazos, no balazos” arrojó más muertos.

Tal especie la confirman los sucesivos 25 mil 35 de 2017, los 29 mil 98 de 2018, los 29 mil 455 de 2019 y, en ligero descenso, 28 mil 796 del año pasado… si acaso hubiera tenido relación el golpe de la pandemia.

EL CASO para Morelos no ha sido muy diferente, con una notoria alza en la incidencia de la extorsión, que con todas las reservas apuntó 24 en 2018 y en 2020 registró 135. Las reservas aquí incluyen “cifra negra”.

El reciente 2020, en cambio, sí mostró menos dureza en homicidios dolosos con 804, es decir 2.2 cada día, mientras que en 2019 fueron 911, alias, 2.4. El detalle es que antes fueron 693 (2018), 575 (2017) y 586 (2016).

Los feminicidios reportados por el Sistema Nacional de Seguridad en Morelos fueron 33 el año pasado, contra 39 en 2019 y cifras menores en los tres años previos. Bajaron los secuestros, aunque no a nivel histórico.

CON LAS fuerzas armadas que son columna vertebral de la estrategia de seguridad, pero están ocupadas en otras tareas diversas, el panorama luce un tanto incierto desde este incipiente año de ejercicio.

Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1

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