JUSTO AYER se anotaba aquí la importancia del uso de cubrebocas, mascarilla o barbijo, como acción preventiva para reducir el riesgo de contagio del nuevo coronavirus, amén del lavado de manos y la santa distancia.

Ante la evidente negligencia de algunos ciudadanos, incluso se planteó el escenario de que la autoridad dotara a la gente de ese adminículo en forma gratuita, simbólica o a precio de fabricación, para reducir pretextos.

Pero ayer el tema fue más lejos cuando el Comité Municipal de Contingencia de COVID de Cuernavaca abrió la probabilidad de crear un instrumento legal de hacer obligatorio el uso del multicitado objeto.

LA PRIMERA duda sobre el plan de hacer obligatorio el empleo del cubrebocas en Cuernavaca es si ello representa la violación a uno de los derechos fundamentales de las personas. Al parecer es viable.

Como referencias, externa e interna, vale anotar que en Barcelona y en Catalunya, España, a estas horas está por ser obligatorio el uso del barbijo; en Jalisco, igual, y en Toluca se prevén multas de $2 mil 600.

En Cuernavaca, el tema está sobre la mesa municipal, pero se entiende que la autoridad sanitaria es la estatal; es decir, podría darse siempre y cuando hubiera consenso alcalde-gobernador. El “hubiera”, dicen, no existe.

¿CÓMO PODRÍA recibir la comunidad, en principio capitalina, la disposición obligatoria de uso de cubrebocas? Se antoja que sería de pronóstico reservado, debido al natural rechazo a toda orden de autoridad.

La aplicación y supervisión de la disposición sería otro desafío, porque es improbable que un puñado de empleados anduviera arreando a los rebeldes y, encima, que tuviera las condiciones para imponer multas.

No, se antoja difícil que llegar al escenario de la obligatoriedad permita hacer que al fin todo mundo se ayude y ayude a disminuir la perniciosa propagación del maldito coronavirus… y sería ‘harakiri político’ rumbo al ’21.

SI HAY alguna forma de que la gente, toda, utilice al multicitado cubrebocas, ésa parece ser sólo la conciencia individual producto de la observación de la realidad o por imitación a la convicción social general.

Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1

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