DICE LA sabiduría popular que “No hay borracho que trague lumbre” y mucho más para aquellos que pueden parecer, pero que no son, para no ir muy lejos, como infinidad de diputados “defensores del pueblo”.

Lo anterior tiene un nuevo episodio en ocasión del fallido intento, en el Poder Legislativo federal, de reducir el presupuesto millonario que año con año se destina con toda puntualidad a los varios partidos políticos.

La intención surgió de los legisladores del partido Morena, pero al final incluso algunos de este instituto político habrán considerado que bajarse los ingresos sería atentatorio de sus principios fundamentales.

APENAS SE podía creer que los siete partidos políticos con registro nacional iban a renunciar al 50 por ciento o más de financiamiento público en el año 2020. No están donde están precisamente por tontos.

En 2019 los partidos políticos absorbieron algo así como 4 mil 956 millones de pesos, y para el año ya próximo se determinó que crecerían sus ingresos a 5 mil 239 millones, 272 más que el año previo.

Es decir, si la propuesta de reducir el financiamiento público a partidos al 50 por ciento, habría implicado que dejaran de repartirse 2 mil 619 millones de pesos. ¿Realmente podía creerse que rechazarían ese dinero?

PERO NO, con todo y su mayoría en la Cámara baja, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no logró echar adelante la reforma constitucional para la reducción de dineros para los partidos políticos.

Con 274 votos a favor, apenas poco más de la mitad del total, no se alcanzó la mayoría calificada para que los partidos políticos se pusieran a tono con la exigencia nacional de apretarse el cinturón en todos los gastos.

Es decir, a pesar de que en las recientes elecciones los partidos políticos en general fueron reprobados por el electorado, se aferran a los privilegios que han gozado por décadas de espaldas al ciudadano.

EN MORELOS no se prevé un escenario diferente, con partidos políticos que captan millones de pesos so pretexto de dar vida a la democracia, pero que en la práctica llevan agendas de trabajo de intereses de grupo.

Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1

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