CON deudas de aproximadamente 5 mil 328 millones de pesos ante las bancas comercial y de desarrollo, el Gobierno de Morelos no está en la mejor condición como para pensar en algo nuevo para el desarrollo.
Se trata de 10 contratos crediticios con Banobras, Bajío y Banorte, dos en cada uno, y con Bansi, Multiva, Afirme y HSBC, uno cada uno, ante los cuales, a la fecha, el más cuantioso es por mil 70 millones con el primero.
El panorama, desfavorable, lo pinta ese crédito contratado con la venia del Congreso, en diciembre de 2013, y que no sólo compromete al actual Gobierno, también alcanza al sucesor de
Cuauhtémoc y un año más.
GUARDADA proporción, el clima de endeudamiento para el Gobierno de Cuernavaca no es diferente, pues están vigentes dos contratos con lo que representan las tasas de la banca comercial, y no los de desarrollo.
La deuda acumulada por aproximadamente 347 millones de pesos reduce el margen de maniobra económica a la alcaldía capitalina, una buena parte de cuyas participaciones federales se ven comprometidas a pago.
También aquí es una pesada losa el ayer, cuando el 21 de mayo de 2010 el Cabildo capitalino y Congreso estatal autorizaron a esta gestión una deuda por 600 millones de pesos a pagar tope a mediados del año 2025.
OTROS casos, menos severos, pero que aun así comprometen recurso actual para solventar añejos usos y abusos se dan en Cuautla y Jiutepec, de lo cual también tienen responsabilidad diputados de entonces.
El Gobierno de la Heroica, al cierre de 2018, debía 191.4 millones de pesos por una deuda con Interacciones, endilgada por la administración 2016-2018, y que para mal le toca afrontar al edil actual y cuatro más.
En el conurbado Jiutepec la deuda está en el rango de los 126.9 millones de pesos, que arrastra desde 2010, que se contrató por 200 millones, lo cual también le ha pegado a dos ediles anteriores y seguirá hasta 2025.
POR TODO lo anterior se impone el “apretón de cinturón y el recorte de uñas, a chaleco”, valga las expresiones, si es que el Estado de Morelos realmente aspira a una sana condición
de desarrollo social.
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1