Basta ver más allá de tus narices para entender que en la medida que quiebren más empresas, el fisco recaudará menos, habrá más desempleo y será mayor la caída de la inversión y del ingreso por habitante. Este sencillo razonamiento parecen no entenderlo nuestros gobernantes.

En EUA a casi todos los que pagan impuestos les regresan dinero. A quienes tienen ingresos de hasta 150,000 dólares anuales, que equivalen a 3,450 mil pesos anuales(23x1) o 287,500 pesos mensuales.
A una familia, padre y madre, con tres hijos, les enviaron un cheque por 3,900 dólares, casi 90,000 pesos, y a otros, según su situación diferentes cantidades. A los mayores de edad y jubilados les dan recursos sin necesidad de ningún trámite.

En Canadá pusieron a la disposición de las grandes, medianas y pequeñas empresas, trabajadores y familias, 88 mil millones de dólares, aplazaron pago de impuestos y adelantaron devoluciones. En países con economías más pequeñas que las de México, como República Dominicana, les ayudan a los empresarios a cubrir salarios para que no despidan a los trabajadores.

Pero en México, no sabemos si por cuestiones ideológicas, ignorancia o porque consideran que es mejor para el pueblo que ellos manejen más dinero y todos los trabajadores productivos menos, cada día les aprietan más a “empresotas” y a empresitas con el pago de sus obligaciones fiscales.

Todas las dependencias y empresas estatales tienen órdenes de cobrar lo más que se pueda y rápido. Si usted se atrasa un día en pagar la luz, porque se quedó sin trabajo y no tiene recursos, se la cortan y le cobran por volvérsela a conectar. Una pequeña empresa se atrasó en pagarle al Seguro Social y le embargaron su maquinaria. El pequeño empresario dio de baja a sus trabajadores y cerró su empresita.

El gobierno necesita dinero para un aeropuerto, que pueden construir los particulares, para una refinería que perderá dinero, para un tren que puede esperar y para repartir dinero y asegurar votos; pero olvida que esa actitud, de exprimir más a los ciudadanos que pagan impuestos, se traducirá en menos recaudación, crecimiento de la economía informal, mayor desempleo y una recesión más profunda, no solo por el COVID sino por las políticas fiscales erróneas del gobierno.

Por: Luis Pazos / Twitter: @luispazos   Mail: lpazos@prodigy.net.mx
Profesor de Economía Política

 

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