La intención de eliminar el INAI es uno de los intentos antidemocráticos más desafortunado que se pueden observar en lo que va del siglo XXI en nuestro país. No podemos olvidar que la Transparencia es el primer gran logro obtenido por la sociedad al surgir de la propuesta del grupo Oaxaca en 2001. No se le debe acreditar a Fox. Las implicaciones que tiene traspasar sus funciones a la SFP, tiene múltiples aristas. La más importante es eliminar un órgano autónomo que tiene la función de servir de contrapeso a la autoridad. La existencia de una institución que obliga a los gobiernos a transparentar el qué, el cómo y el por qué de sus acciones es vital para el buen funcionamiento de la democracia, al obligar a los sujetos obligados a mostrar lo que hacen o dejan de hacer con los dineros del pueblo. El poder ejecutivo, al intentar eliminar a los órganos de transparencia , estaría quitando un elemento esencial del sistema para la Rendición de Cuentas. El gobierno se convierte en juez y parte. La caja de cristal desaparece y se convierte en una caja de cartón, que imposibilita que la sociedad vea y juzgue lo que hace el gobierno con sus recursos. La información da poder, se ha dicho hasta el cansancio. Gracias a la existencia del INAI, la sociedad se ha empoderado y ha hecho visible los intentos de realizar actos opacos que se realizan a espaldas de la sociedad. De 2003 a 2020 el INAI ha recibido casi tres millones de solicitudes de información, muestra del interés de la población por conocer la actividad gubernamental. Vale la pena recordar que cuando la autoridad no proporciona la información solicitada, se interpone un medio de impugnación ante el INAI. Hasta diciembre fueron 133, 721 recursos de revisión los que se han recibido. El órgano de transparencia en Morelos ha entrado desde hace tiempo en serios cuestionamientos. Nunca ha sido fácil su existencia. Por definición es incómodo para el poder. Se tendría que revisar y evaluar su actuación y propiciar su mejoramiento, pero no su desaparición. Las campañas políticas en proceso, pueden significar la oportunidad para que los organismos de transparencia sean reforzados, analizados criticados y evaluados. Se trataría de perfeccionar el sistema de rendición de cuentas. Para ello se requiere que en las próximas legislaturas federales y estatales participen representantes de la sociedad civil. Sería conveniente que lleguen como legisladores, personas con experiencia, que hayan mostrado solvencia, seriedad y compromiso. A nivel nacional es posible ver con simpatía que María Elena Pérez Jaén, ex comisionada del IFAI (hoy INAI) y combativa presidenta del primer órgano de transparencia del Distrito Federal, se convierta en legisladora; Si por México tiene la palabra. En Morelos esperemos que surjan candidatos que cuenten con el perfil, experiencia, conocimiento e interés por la rendición de cuentas. El derecho a la información, consagrado en la Constitución, está siendo cuestionado por el ejecutivo federal. Nos habla de la intención que existe para realizar acciones sin que sean conocidas ni evaluadas. Esto nos habla del más fuerte ataque que ha recibido la transparencia desde su gestación. Y, posiblemente como Enrique Quintana en el Financiero lo expresa: “Hay quienes piensan que en el cuestionamiento a los órganos autónomos por parte del gobierno de López Obrador hay un mero afán de poder y de control. A mi parecer, se trata de algo más que eso. Es la búsqueda del regreso a un modelo de Estado que estuvo vigente en México por muchas décadas.” Sin duda son malas noticias.

Por ARIEL HOMERO LÓPEZ RIVERA / opinion@diariodemorelos.com

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