Durante poco más de 150 años, la popular Banda de Tlayacapan que se acredita en su tiempo de mayor esplendor a don Brígido Santamaría, ha trascendido las fronteras no sólo de esa población de los Altos de Morelos, sino de todo nuestro Estado, pues lo mismo ha actuado en escenarios de diversas partes del País que en algunos internacionales… La veintena que a veces ha rebasado los 30 elementos integrantes de esta musical Banda, se han significado por su empeño para trabajar, lo mismo en los carnavales como el de Tlayacapan que es el primigenio del Estado y fue el motivo que le dio nacimiento al Grupo, por aquello de la música más popular que tenemos en Morelos que lo es la Danza del Chínelo, así como por otras interpretaciones que sirven, resuenan y disfrutamos en un escenario teatral al igual que para cuestiones cinematográficas, aniversarios, celebraciones, cumpleaños, ceremonias religiosas, sociales, políticas, deportivas y fiestas o populares de todo tipo… Puede decirse que La Banda de Tlayacapan es el mayor y mejor conjunto musical icónico del Estado de Morelos, pues rebasó en el tiempo y en nuestro espacio a las grandes orquestas del Estado del siglo veinte, como lo fueron en sus momentos de grandeza las de Vicente Suazo, Richard y sus Muchachos, Paco Solís de Cuautla, La Sonora de Jojutla, Clemente Ojeda y La Marimba Orquesta de los hermanos López, sin olvidar al insigne maestro Morquecho y La Banda de Música del Gobierno del Estado con sus maestros integrantes de Chamilpa y Ocotepec, así como otras más que surgieron, tuvieron su brillo pero se apagaron… La consistencia de la Banda de Música de Tlayacapan sin olvidar a todos sus músicos que la han integrado, en su diversas etapas, en los tiempos de don Brígido Santamaría, se caracterizaron por el gran impulsó y metas alcanzadas incluso con sus hijos, familiares y vecinos menores de edad, algunos de ellos siendo niños, púberes, adolescentes o jóvenes, para incentivarlos y formar parte de ella tocando algún instrumento, lo cual desde luego en los escenarios llamaba la atención de los contratantes, los festejados y asistentes en general, por la actuación de esos menores y el vestuario indígena tradicional de los maestros de esa Banda, con algunos aditamentos o adornos que les han sido agregados como elegancias, para ser musicalmente el distintivo icónico, que desde su origen exitoso y hasta la fecha le ha significado y cada vez más, a este singular conjunto musical, cuyos trombones, trompetas, flautas, saxofones y las tamboras, junto con algún instrumento más, resuenan y rasgan los aires para ser escuchados por distintas latitudes… ¡Enhorabuena por don Brígido Santamaría, sus herederos y los músicos de todas las edades que en ella se encuentran integrados..! ¡Gracias por su bello arte y que haya Banda de Tlayacapan para muchos años más! ¡Hasta mañana que será un día más..!
Por Pablo Rubén Villalobos / pablorubenvillalobosh@hotmail.com