Qué tristeza da que una institución, que había ganado prestigio dentro de la sociedad cuernavacense, se llene de dimes y diretes y de corrupción, cuando fue la primera institución en México en dar resultados electorales limpios ya que cada voto se contó en 1997.

Para quienes trabajamos en aquel proceso inédito y con tan serias dificultades, con falta de recursos y con una institución que cuando llegamos tenía sólo una computadora; después de cuatro meses casi sin dormir y pelear por cada paso dentro de un proceso difícil, pero en el cual la ciudadanía creyó y cooperó de manera ejemplar con nosotros, es una lástima que ahora se esté dando esta descomposición que anteriormente ya habíamos señalado.

El lío en que están metidos los consejeros del Impepac es el resultado de las ambiciones personales y de los partidos que, queriendo o no, meten la mano en la institución para ver qué sacan.

Después de seis años en los que han tenido suerte, pues en los procesos que les han tocado han tenido todo, menos ser competitivos, ya que la diferencia entre el primer lugar y los demás ha sido muy amplia, pero ahora hay impugnación y la perspectiva de remover de sus puestos a varios consejeros; pero ahora resulta que están todos juntitos y por sus grillas internas en problemas reales con el Consejo General del INE, que a mi juicio se equivocó al nombrarlos y luego al permitir que un problema que tiene casi tres años se esté resolviendo a la fecha.

La remoción, al parecer, no sólo será de la consejera presidenta, sino también de varios consejeros, de acuerdo a la investigación que desde el 2016 se realiza en contra del Partido Social Demócrata respecto al supuesto contrato de siete millones que firmó el que sería presidente municipal.

El día de ayer publiqué parte de la carta que un ex consejero del INE defiende a la presidenta, pero al mismo tiempo esta última leyó ante las cámaras de la institución y público de las redes sociales en un video, en el cual a su decir ella trabaja de manera coordinada y en estrecha vinculación con el INE, que desde aquella época no ha podido resolver el asunto y sigue en proceso de investigación, y que el resultado lo podríamos ver hoy martes y conocer mañana, ya que hay sesión del Consejo General del INE.

El problema estriba en que existen los pleitos internos entre los consejeros y la presidenta, que nunca han entendido que los actores políticos son los partidos y los candidatos y que la función de los funcionarios electorales es sólo la de ser responsables de que se cumpla la ley y los principios constitucionales de la institución. Nunca lo han entendido y se han formado dos grupos que han traído como consecuencia que los funcionarios de la institución que sí sabían lo que hacían se hayan jubilado en su mayoría ya que, como ellos lo han manifestado, no es posible trabajar con un consejo en el que todos son pleitos por tonterías y con una falta de profesionalismo –conocimiento electoral– verdaderamente tan grave que da pena.

Prueba de la falta de conocimiento sobre la seriedad con que se debe de manejar una organización electoral es la declaración de la consejera presidenta, que en un mensaje tonto y mal escrito señala que ella eligió a las diputadas del Congreso local, sobre las que ustedes ya saben qué opinamos; pero lo más increíble es que hable de logros que no son de ella que sólo fue el árbitro, la ciudadanía es quien decidió que el Congreso esté en manos de mujeres, no ella que sólo votó una vez (bueno, eso creemos), pero al mismo tiempo se llena de confeti a sí misma con los municipios indígenas, que siguen teniendo problemas por lo mal planteados que están en su creación y que el ex gobernador Graco utilizó para su propaganda; pero ella sólo fue el árbitro y no determinó nada importante, porque eso fue labor del Congreso del Estado. Así de mal está la señora, que cree que ella es la dadora de los resultados de la votación de los morelenses.

¿Cómo engañó a mi querido amigo el ex consejero del INE? No lo sé, pero eso sí lo hizo muy bien, pues lo conozco y sé que es un hombre íntegro y de inteligencia clara, pero la defensa que hace de ella con mentiras no es válida.

Así que hoy martes, al parecer, podrían irse a su casa varios de los consejeros con la presidenta, entre ellos Isabel Guadarrama, Javier Arias y Enrique Pérez -este último es el que, cuando fue secretario se robaba los garrafones de agua para su casa al menos eso es lo que dicen quienes trabajaban en el instituto en esa época- ya que Ixchel Mendoza es ahora Magistrada del Tribunal Estatal Electoral.

El problema no deja de ser un asunto legal engorroso y complicado, pues tiene más de cuatro años; lo grave es que le quita a la institución la confianza de los ciudadanos. Los errores de consejeros mediocres, como Ciro Murayama que ya había declarado el caso cerrado, y las actitudes de consejeros como los de Morelos -incluyendo a la presidenta- son las que hacen que las instituciones electorales pierdan credibilidad. ¿No cree usted?

Por: Teodoro Lavín León /  lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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