Desde el primer momento en que se dio a conocer la muerte de Elvis Presley, ha sido contradictoria e incluso conspirativa. Parecía que nadie podía tragarse el cuento de que sí, el Rey del Rock había fallecido de un día para otro mientras ocupaba el baño de su dormitorio a las 19:30 horas del 16 de agosto de 1977.

Presley se encontraba boca abajo, con la cara sobre su vómito y los pantaloncillos para dormir puestos hasta los tobillos. A su lado, tenía consigo un libro sobre sexualidad, cuando su novia Ginger Alden, la última persona que lo vio con vida, lo encontró muerto. Su cuerpo fue trasladado al hospital Memorial Baptista, en Memphis Tennessee.

Hacer un repaso de la repentina muerte de Presley, es como mirar una apps de apuestas deportivas en un día de muchas competencias: confuso.

Su autopsia duró cuatro horas y estuvo a cargo de 10 médicos forenses. Incluso, de acuerdo con la revista Esquire, entre esos forenses se hallaba
Jerry T. Francisco, el mismo que inspeccionó el cuerpo de Martin Luther King Jr. tras su muerte. Pero mientras el cuerpo de Elvis era analizado, se propagaban una serie de rumores: como si se había tratado de una sobredosis, un asesinato o por culpa de una prescripción de medicamentos errónea por parte de su doctor de cabecera, George Nichopoulos, al que un día antes Elvis había acudido por un malestar dental, según Icon, del diario El País.

Aunque hasta 1994 se concluyó que el fallecimiento de Elvis había sido a causa de un ataque al corazón. O al menos, así fue como lo describió el forense
Joseph Davis, cuando se reabrió la autopsia y se descartó una supuesta sobredosis de drogas:

"La posición del cuerpo de Elvis Presley era tal que estaba a punto de sentarse en el inodoro cuando ocurrió el ataque. Se lanzó hacia la alfombra, con la espalda en el aire, y estaba muerto cuando golpeó el piso. Si hubiera sido una sobredosis de drogas, [Elvis Presley] habría caído en un estado de sueño creciente. Se habría subido los pantalones del pijama y se habría arrastrado hasta la puerta para buscar ayuda. Lleva horas morir de drogas", señaló.

Sin embargo, antes de este esclarecimiento, la vida del doctor Nichopoulos se convirtió en un infierno. En 1981 fue acusado de asesinato, pero aunque en ese mismo año fue declarado inocente, según Esquire, "la junta médica de Tennessee sí le condenó por prescripción poco ética de fármacos a él y a otros de sus clientes".

La primera autopsia a Elvis reveló que su corazón tenía el doble de su tamaño, además descubrieron que padecía de una deficiencia de antitripsina y que tenía hipogammaglobulinemia, una disfunción del sistema inmune.

Pero aunque duela leerlo, la vida de Elvis Presley no se encontraba en el mejor sus momentos. Porque además de sus malestares físicos o su sobrepeso, sus "conciertos eran cada vez más penosos". Y sus críticos tampoco eran los más dósiles: "Escribían que estaba gordo, adormilado, ido, que no vocalizaba, que tartamudeaba, que olvidaba las letras de las canciones o simplemente las cambiaba de modo grotesco", según Icon.

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