México.- Como parte de su proceso de transformación, el Instituto Nacional de Migración (INAMI) ha cesado a más de 350 empleados por incurrir en diversas irregularidades, como actos de corrupción, desviación del servicio e incumplimiento de los exámenes de confianza, informó su comisionado Tonatiuh Guillén López.

El viraje de la política migratoria de México es acorde al espíritu de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que en el Instituto “no hay espacio para la discrecionalidad” y se avanza hacia una tolerancia cero contra la corrupción, sentenció.

“En ese proceso estamos y hemos avanzado” en los primeros 100 días de Gobierno, dijo a Notimex el también ex presidente del Colegio de la Frontera Norte, al precisar que en el INM “estamos en un proceso de renovación muy importante, primero de personal, en los casos más críticos y estratégicos”.

Cuestionado respecto a si la limpia en el INM va en serio y a fondo, comentó que “vamos a hacer todo lo posible, hemos dado pasos muy importantes y seguramente en un año ya tendremos un panorama muy distinto que después deberá ser de consolidación y perfeccionamiento”.

El comisionado del INM reconoció por ello que en todos los ceses, “incluso en aeropuertos y en otros lugares, ha habido situaciones de corrupción que, cuando han sido identificadas, han sido combatidas de inmediato”. Además, hay varios casos de personas que están en proceso penal. Sin embargo, se reservó los datos dado que las indagatorias están en curso.

“En términos generales (…) por la renovación de Gobierno o la revisión de áreas críticas, por el incumplimiento de los exámenes de confianza y por estos casos de desviación del servicio, pues ya tenemos en total más de 350 personas que han salido del Instituto en lo que va de esta administración”, explicó.

Guillén López destacó que como parte de esa nueva política de comunicación y de reformas al interior del Instituto, está en macha la convocatoria para el reclutamiento y formación de agentes migratorios y “esperamos tener sobre todo, participación de jóvenes con licenciatura, que tengan otro horizonte en el servicio público”.

Refirió que el proceso de renovación del personal del Instituto será continuo y firme, e incluirá el fortalecimiento de los Oficiales de Protección a la Infancia (OPI) y los Grupo Beta (de protección a migrantes).

El titular del INM subrayó que la renovación de los procesos administrativos en el Instituto, “también forman parte de nuestro horizonte de reformas, de tal manera de que sean modernos, den certidumbre y de que el espacio para la discrecionalidad y corrupción sea cero”.

Ejemplificó que el cierre de las estaciones migratorias en Morelia, Acapulco, Nogales, Tuxpan y Reynosa, por carecer de las condiciones mínimas como albergue y provisión de servicios, es muestra de la nueva política migratoria del Gobierno de México, comprometida con el respeto a los derechos humanos de las personas extranjeras que transitan por el país.

“En general el concepto de estación migratoria si está en sintonía con el nuevo escenario que nos estamos proponiendo. No quiero decir que van a desaparecer todas pero sí que giro van a dar, que es un concepto de albergue y menos de detención en el sentido policiaco como dominó en años anteriores”, mencionó.

Lo anterior, sin dejar de reconocer que además de esas cinco estaciones, hay otras más, “que no reúnen condiciones mínimas de atención en términos de que sus instalaciones eran muy precarias o de plano, lastimaban la dignidad de las persona al estar en un espacio con esas características de encierro”.

Sobre el número de tarjetas de visitante por razones humanitarias que se han entregado a migrantes que han ingresado a México a través de la frontera sur entre Guatemala y Chiapas, el investigador en temas de migración internacional observó que desde diciembre de 2018 suman más de 17 mil.

Además, se trabaja en una ruta diferente para entregar nuevas tarjetas “en los lugares de origen. Entonces, haríamos en esfuerzo de tener un procedimiento en Tegucigalpa, en San Salvador y en Guatemala.

“Este camino lo tenemos en desarrollo y espero que en pocas semanas podamos avanzar en esa fase. Lo cual permitiría una migración más regular, ordenada y segura”, acotó el también autor de 15 libros y más de 60 capítulos literarios y artículos en revistas académicas.

El comisionado Guillén López comentó que en el mes de diciembre pasado, con la primera caravana de migrantes se entregaron las primeras dos mil 500 tarjetas para regularizar su presencia en México.

“Luego vino la situación en Chiapas que también fue otra cantidad importante, cerca de 13 mil y otras tantas en Ciudad de México, en el albergue instalado en el Estadio Jesús Martínez Palillo, ubicado en el Deportivo Magdalena Mixhiuca, nos hacen poco, más de 17 mil”, señaló.

Aclaró que en la nueva narrativa sobre la migración avanza en dos ejes: en el respeto irrestricto de los derechos humanos y en entender a la migración vinculada con desarrollo social y económico.

Ambos conceptos conducen, anotó, a una revisión “de todo lo que teníamos previamente como política migratoria y es una visión amplia, con un horizonte que excede de hecho a lo tradicional porque se le concede a la migración como un fenómeno de entrada internacional, que obliga a una vinculación entre los países involucrados”.

En síntesis, hay una visión que reconoce esta vinculación que busca que se genere una economía mucho más potente entre el sur de México y los países de Centroamérica, de tal manera que detone desarrollo y no haya migraciones como las que han ocurrido tradicionalmente.

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