Los asesinatos de siete personas en un antro de Yautepec y el robo de una docena de automóviles en un salón de fiestas de Jiutepec, no sólo confirmaron el recrudecimiento de la inseguridad pública, también elevaron el tono del reclamo social porque las corporaciones policíacas y el Ejército no están haciendo bien su trabajo. En Morelos, la mayoría de la gente se siente cada vez más insegura, pero esta sensación que es evidente tiende cortinas de humo sobre casos específicos que de otras maneras también afectan al estado. Uno, el presunto fraude de cientos de millones de pesos por el que han sido insistentemente señalados los ex diputados Francisco Moreno Merino, Beatriz Vicera Alatriste y Hortencia Figueroa. Pero no obstante los dimes y diretes de uno y otro lado, la gente común no muda de opinión y los ve perfilados a la impunidad. Al mismo tiempo mira “sigilosas” a las actuales legisladoras Rosalinda Rodríguez Tinoco (PRD), Ana Cristina Guevara Ramírez (MC) y Blanca Nieves Sánchez Arano (Panal) así como a los diputados Marcos Zapotitla Becerro (Morena) y José Casas González (PT), quienes por razones inefables, cuando no sospechosas por el recuerdo de los “moches” en la anterior Legislatura, se abstuvieron de votar el paquete económico 2019 del Gobierno Estatal. Una situación de zozobra que no por haberse acostumbrado tranquiliza a la sociedad, angustiada por la convicción de que pasarán todavía muchos años más para que la tranquilidad regrese. Diez meses atrás, Cuernavaca vivía días parecidos a los actuales que, visto está, no han mejorado sino empeorado. Abril de 2018. Una balacera en un antro de la colonia residencial Vista Hermosa saludó el arranque de las campañas de los ocho candidatos a gobernador. Lesionados diez hombres y dos mujeres, la mayoría jóvenes veinteañeros fueron atacados por un grupo de pistoleros. Reportados los hechos a las 5.08 de la mañana, rápidamente trascendieron al conocimiento general en las redes sociales gracias a la tecnología en la velocidad de la noticia sea positiva o negativa. El modus operandi del ataque, que mostró el sello del crimen organizado, subrayó el tema de la seguridad en los discursos –inútiles, por cierto– de algunos de los en esos momentos candidatos con partido a gobernador: Víctor Caballero Solano, Jorge Meade Ocaranza, Rodrigo Gayosso Cepeda y Alejandro Vera Jiménez, y de los independientes Fidel Demédicis Hidalgo y Mario Rojas Alba, entre otros. Este “incidente” y otros que acontecieron en las semanas anteriormente recientes alarmaron a la opinión pública. Los adultos se preguntaron en serio y en broma: ¿llegará el día en que las chavas y los chavos tengan que ir a los antros protegidos por chalecos y cascos contra balas? Y debieron preocupar a los mandos de fuerzas del orden el incidente ocurrido pocos días antes cerca del pueblo de San Gabriel Las Palmas, donde fue lesionado a puñaladas el padre del alcalde de Amacuzac, Jorge Miranda Gallegos, y que con sólo un día de diferencia trascendiera la detención en Zacatepec del alcalde con licencia de Tlaquiltenango y candidato independiente a diputado federal, Enrique Alonso Plascencia, acusado del delito de homicidio por la Fiscalía General del Estado e imputado de ser miembro del cártel de Los Rojos… Tan abundantes como insistentes las cifras rojas en medios de información, en 2018 fueron reportados 743 homicidios, entre éstos 81 casos de feminicidios y citados como los municipios más violentos Cuernavaca y Jiutepec, respectivamente con 113 y 56 asesinatos. Para la tercera semana de noviembre, nuestro periódico destacó que Morelos ya ocupaba la séptima posición a nivel nacional en el número de homicidios dolosos, al registrar una tasa hasta octubre de 28.73 por ciento por cada cien mil habitantes. De acuerdo con las cifras presentadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cuya fuente son los datos enviados por las propias procuradurías o fiscalías de todo el país, la primera posición la ocupaba Colima, con un 67.92 por ciento, seguido de Baja California con un 63.57 por ciento. La tercera posición en materia de homicidios dolosos con un 51.42 por ciento fue para Guerrero, mientras que Morelos se ubicó en el lugar 7 con un 28.76 por ciento, al denunciarse de enero a octubre 571 homicidios dolosos… Y pensar que estábamos mejor cuándo estábamos peor… (Me leen después). 

 

Por: José Manuel Pérez Durán

jmperezduran@hotmail.com

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