Entre los envoltorios de plástico no biodegradable de las tienda de autoservicio donde se empaca todo con bolsas de plástico, los recipientes de los refrescos azucarados, los aceites, las botellas y los garrafones del agua “purificada”, entre muchas otras cosas, están degradando el planeta, matando animales, tapando coladeras y envenenando a los seres humanos del mundo entero.
Los residuos contaminantes se echan al mar y flotan o se van hasta el fondo, donde los peces se lo comen y a causa de las miles de toneladas que se encuentran regadas por todas las playas del mundo, la vida de los peces está a punto de desaparecer, siendo estos animales la última esperanza que tiene la gente del planeta para sobrevivir al termino de los alimentos a nivel de la tierra.
Al tirarlos a los ríos y a los océanos, también pueden matar a peces que quedan atrapados  en el interior de las bolsas de plástico. En las playas más populares del continente americano, se han encontrado peces con el estómago lleno de plásticos que nunca pudieron digerir y hasta en algunas partes se ha visto peces ahorcados con esos plásticos en donde se vende la cerveza de seis frascos o latas, en las cuales varios animales se han visto atrapados al entrar a sus orificios y no poder desprenderse de ellos.  
Por otro lado cuando el plástico se quema,  el humo que desprende es muy contaminante. Los rellenos Sanitarios. Gran parte de ello se va aplastando y cubriendo la tierra y lo peor, es la mugre de esos desechos.
La mejor opción es evitar el uso de materiales combustibles envasados en plásticos como los envases de refrescos azucarados, de las aguas en plástico, las garrafas de los aceites de todo tipo, los jabones líquidos e infinidad de tipos de envolturas a base del mortal plástico. Una de las respuestas sería en volver a usar envolturas de papel que es reutilizable y se degrada con facilidad.
El plástico es un material dúctil y blando, fácil de moldear y económico. Regularmente el plástico se usa en los almacenes de autoservicio para envolver toda clase de artículos que ahí se adquieren. Lo mejor sería llevar su propia bolsa de yute o cualquier otro material y ahí cargar todo lo que se compra.
El noventa por ciento de los comestibles que se compran en los grandes almacenes, regularmente se encuentran en envolturas cerradas con plástico, no así en los mercados municipales, donde los alimentos llegan directamente de las centrales de abasto o de los campesinos que llevan a vender sus productos en cajas de madera o de cartón, las que sí son vueltas a usar y al final también son reciclables.
Los pájaros toman esos plásticos por error y se los llevan a sus crías como comida.
Anualmente en el planeta se producen 300 millones de toneladas de plásticos al año, el que se va al fondo de los mares y cubre la superficie de la tierra.
En 1950 no se producía prácticamente nada y desde entonces el aumento ha sido espantosamente grande. Ese total de toneladas de plástico se acerca al peso de toda la población del planeta y la producción de plástico va a ir en aumento.
La cantidad de plástico que existe después de la segunda guerra mundial, es de 5 mil millones de toneladas y es muy probable que alcance los 50 mil millones para finales del siglo XXI. El impacto va a ser fatal.
Los investigadores explican que el plástico ya se encuentra en el fondo de los océanos, incluso en las regiones polares que se suponían zonas vírgenes, las que ya han sido afectadas. En 2014 se encontraros capas de plástico cristalizada en el fondo del Ártico, las que habían sido arrastradas desde el Océano Pacífico.
Los plásticos son sustancias químicas sintéticas denominadas poliméricos de estructura molecular cuyo componente principal es el carbono, el cual envenena el ambiente, las aguas, la siembra del campo, el aire que respiramos y en general que es uno de los elementos más dañinos para la salud de todos los seres vivos.
   Los plásticos proporcionan el balance necesario de propiedades que no pueden lograrse con otros materiales, por ejemplo: color, poco peso, tacto agradable y resistencia a la degradación ambiental y biológica, la cual es una ventaja en cuanto al ahorro y durabilidad sobre el papel o cartón, pero es altamente nocivo para el ser humano y demás especies vivas.
De hecho, plástico se refiere a un estado de material en sí: los plásticos son sustancias químicas sintéticas poliméricos sintéticos que son productos derivados de brea, resinas y emulsiones.
Regularmente los refrescos en plásticos (PET), cambian de temperatura al llevarlos de la embotelladora al almacén que los vende o a su domicilio, las que al estar a la intemperie se calientan soltando partículas nocivas para la salud como el bis fenol A que ataca las centrales nerviosas.
El uso repetido de los envases plásticos es perjudicial a la salud al despedir una serie de productos químicos que afectan al irritar a quien se los toma, en especial a los niños. Por fortuna ya se está acostumbrando la gente a dejar de tomar el agua o los refrescos en botellas de plástico con popotes de plástico y como los de papel no se han vuelto a producir, se está perdiendo esa costumbre. O también usar artículos de acero inoxidable resistentes a todo cambio de temperatura, al igual que son lavables en cualquier tipo de agua y temperatura en toda ocasión para ser usados repetidas veces.
Se recomienda que mejor se use la botella de vidrio, la que no desprende ninguna sustancia química y puede ser reutilizable cuantas veces se desee.  
Las botellas de plástico no se deben lavar donde se lavan las vajillas, pues el calor hace que se desprendan partículas nocivas como el antimonio que afecta al sistema nervioso y al sistema digestivo.
Las botellas de refrescos azucarados, de agua, o de otros líquidos, están hechas de polietileno. Lo más recomendable es no beber en la botella de plástico y si en un vaso de cristal, ni tampoco reutilizar la botella.
Los garrafones de agua purificada es posible que suelten partículas dañinas por los cambios continuos de clima, desde que están llenándose de agua purificada, empacando al camión repartidor, llevándolos a los expendios y finalmente a algunos los colocan en sus patios para después verterlos al cambiarlos por los vacíos. En cada uno de estos movimientos, la temperatura varía y le pasa lo mismo o parecido que a los plásticos de los refrescos azucarados.
El bisfenol A, que tienen las botellas de plástico, puede provocar grandes alteraciones en el metabolismo de la glucosa y de los lípidos, causando angustia, estrés y posiblemente daño cerebral.
Mientras el plástico corroe nuestro planeta, nos vamos a tener que aguantar ya que parece que continuaremos estando estancados durante mucho tiempo.

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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