En los charcos que se forman entre el empedrado de la Plazuela del Zacate, en el Centro de Cuernavaca, las aves aprovechan para refrescarse.
Foto: Valeria Ortega / DDM
En los charcos que se forman entre el empedrado de la Plazuela del Zacate, en el Centro de Cuernavaca, las aves aprovechan para refrescarse.
Foto: Valeria Ortega / DDM