"Ahora sí que de Iztapalapa para el mundo".

La banda surgida hace más de treinta años en Iztapalapa, Ciudad de México, congregó este sábado con su cumbia a cientos de personas en la primera jornada de Coachella, el festival que se celebra desde hoy y hasta el domingo en Indio, California.

La cumbia popular y festiva triunfó este sábado en el Festival de Coachella, uno de los eventos musicales y de la cultura "hipster" más importantes del mundo, de la mano de Los Ángeles Azules, el legendario grupo mexicano que, tras brillar en su concierto, dijo a Efe que se encuentran "bendecidos".

"Es un festival a nivel mundial. ¿Qué hacen Los Ángeles Azules ahí? O sea, no sé, como que estamos bendecidos porque no a cualquiera le reciben así y no a cualquiera le cantan todas las canciones", dijo en una entrevista con Efe José Mejía, integrante de la banda.

"Estamos traspasando fronteras. A veces ni nosotros sabemos qué es lo que estamos haciendo ni hasta dónde esta llegando y puede llegar más el éxito de Los Ángeles Azules", admitió.

La banda surgida hace más de treinta años en Iztapalapa, un barrio humilde de Ciudad de México, congregó este sábado con su cumbia a cientos de personas en la primera jornada de Coachella, el festival que se celebra desde hoy y hasta el domingo en Indio, California, EE.UU.

"Había un poco de nervios, o muchos nervios, porque estamos en un estilo que no es el de Los Ángeles Azules", confesó José Mejía al mencionar que en Coachella comparten cartel con artistas "monstruosos" del nivel de Beyoncé.

"Nosotros, realmente, no sabíamos lo que iba a pasar. Nos presentamos y fuimos de los primeros (su concierto empezaba a las 3.20 de la tarde) y de repente se empezó a llenar", apuntó Jorge Mejía, otro de los miembros del conjunto.

"No sabíamos cómo iba a ser la respuesta pero, si te das cuenta, al final, cuando terminamos de tocar, nos estaban pidiendo otra. Eso fue lo que nos hizo más contentos: querían más", añadió.

Pese al calor agobiante en el desierto californiano, que hizo que muchos entre el público buscaran sombra tras las torres de luz y de sonido, Los Ángeles Azules saltaron al escenario principal de Coachella gritando su famoso lema: "De Iztapalapa para el mundo".

"Entrega de amor" fue la primera canción de un recital en el que no faltaron las banderas mexicanas y en el que los fans se gustaron con los primeros bailes y cócteles del Coachella.

"El listón de tu pelo" o "Cómo te voy a olvidar" fueron algunas de las canciones más coreadas de un concierto que contó como invitados con Kinky y Jay de la Cueva, en cuya vestimenta se leía la frase "inmigrante orgulloso".

"Esta es la música con la que crecí. Mi madre la escuchaba mientras limpiaba la casa", dijo Chris, uno de los numerosos latinos que acudieron a ver Los Ángeles Azules, segundos antes de que interrumpiera su conversación con Efe para largarse a bailar "Mi niña mujer".

Muy contento ya en el camerino tras la actuación, José Mejía dijo que parte de su secreto es saber "cómo meterte a la gente, cómo llegarles".

"La cumbia es un ritmo latino que hace bailar a todo el mundo", contrapuso Jorge Mejía al explicar que con esta música "la gente lo goza, la gente lo disfruta".

"(El concierto de hoy) es un logro que no cualquiera hace. Porque si esa gente no quisiera estar ahí, simplemente no está ahí. se va a otro escenario, o simplemente no llega, se va a comer, a los juegos mecánicos: donde sea", consideró José, quien afirmó que su éxito se basa en el esfuerzo y el compromiso.

"Entre más éxito tengas, tienes que ser más humilde porque de aquí a mañana ya no eres nada. Esto se pasa, esto es efímero: como llega, se va. Y al rato, que la gente se quede con un buen sabor de boca y que pueda decir: 'Era chingón, eran buenos Los Ángeles Azules'", finalizó. 

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