"Me atrajo de él su sonrisa brillante como el sol"
– Mako
"Ella cuida de mí con calma, como la luna".
– Kei
En otoño del próximo año, la princesa Mako perderá sus derechos como miembro de la realeza en Japón cuando contraiga matrimonio con un plebeyo.
Lo anterior debido a que la Ley Sálica en Japón establece que las mujeres de la familia Imperial nipona deben renunciar a sus derechos y obligaciones reales si contraen matrimonio con alguna persona que no pertenezca a la realeza.
Por supuesto esta regulación ha causado gran polémica, pues aunque el emperador Akihito y sus hijos Naruhito y Fumihito se casaron con plebeyas no perdieron sus derechos por cuestiones de género. En cambio, al casarse Mako será registrada como una ciudadana convencional.
Aunque el enlace entre Mako y su prometido Kei Komuro se conocía desde mayo del año pasado, fue este domingo 3 de septiembre cuando oficializaron su compromiso ante los medios en una conferencia de prensa realizada en Tokio.
"Estaba avisada desde mi infancia de que dejaría mi estatus real una vez me casara (…) Mientras trabajé para ayudar al emperador y cumplí con las tareas de miembro de la familia real tanto como pude, me gustó mi vida"
La rueda de prensa se realizó luego de que el Emperador aprobó la relación. La pareja relató que se conoció en el 2012, cuando ambos estudiaban en la Universidad Internacional de Tokio y participaron en un programa de orientación para ingresar a los programas de intercambio internacional. Empezaron a salir y al poco tiempo él viajo a California y ella a Edimburgo.
"Estuvimos muy lejos el uno del otro durante un largo periodo de tiempo, pero mantuvimos el contacto y profundizamos nuestra relación"
… relató Komuro, quien actualmente trabaja para un despacho de abogados y que espera formar una familia "tranquila y pacífica" con Mako.
En la actualidad, Mako tiene 25 años y trabaja como investigadora en el museo universitario de la Universidad de Tokio mientras concluye su doctorado.
Además de considerarla discriminatoria, la Ley Sálica pone en riesgo a la propia dinastía imperial, pues el número de posibles herederos en la línea de sucesión se ha reducido. El próximo año, tras la abdicación del emperador Akihito solamente hay cuatro herederos: Los dos hijos del emperador, su hermano Masahito de 80 años y su nieto Hisahito, quien desde ahora tiene la presión de tener a un varón para continuar con el linaje.