La gripe o influenza y el resfrío o resfriado común son cosas distintas. Aunque los síntomas son similares y son enfermedades que nadie logra evitar sufriéndolas al menos una vez en la vida, al estudiarlas en profundidad se evidencia que son dos enfermedades diferentes y no la misma como pudiera creerse.

La gripe es producto de la entrada al organismo de alguna variante del virus de la influenza, mientras que los resfriados son causados por una enorme variedad de virus, más de 200, muchas veces no relacionados entre sí.

Cuando se confirma influenza, el paciente debe ser muy cuidadoso porque la gripe puede complicarse mucho, derivando en neumonía, miocarditis, encefalitis o miositis, es decir, la inflamación de órganos vitales. No obstante, lo más común es que el paciente se recupere en un lapso menor a dos semanas.

Diferencias entre la gripe y el resfriado

El resfriado es más benigno que la gripe. Sus síntomas son la inflamación e irritación de garganta y nariz, que se acompañan de tos, de estornudos, y de un ligero aumento de temperatura y dolores de cabeza.

Cuando nos enfrentamos a una gripe, a los síntomas anteriores se suman fiebre, debilidad y cansancio, dolor muscular, abdominal y en las articulaciones, escalofríos, náuseas, pérdida de apetito y dificultad para dormir. Como se puede comprobar, es mucho más evidente que el resfriado.

Mientras que en el resfriado los síntomas son suaves y se presentan de manera paulatina, la gripe se desarrolla violentamente. Al hacer su aparición esta última, es inmediato el dolor muscular y se imposibilitan las actividades normales debido a los fuertes malestares.

Cómo aliviar los síntomas de gripes y resfriados

Las gripes y resfriados no pueden curarse con medicinas. La adaptación de nuestro organismo al entorno natural ha creado anticuerpos que son capaces de luchar contra los virus invasores y vencer, y es eso precisamente lo que debemos permitir, de modo que sólo nos queda la opción de intentar aliviar los síntomas.

Remedios caseros más populares

Alimentación

Cuando existe gripe no apetece comer debido al malestar general pero, por suerte, las gripes duran poco, así que no es necesario hacer ninguna dieta especial para superar al virus. Comer poco en esos días no debilitará al organismo.

Hidratación

Esto sí es importante. Independientemente de cuál sea el diagnóstico, gripes y resfriados requieren mucho líquido dado que el aumento de la temperatura tiende a deshidratar el cuerpo y hay que recuperar los fluidos perdidos.

Miel y limón, whisky, eucalipto o mentol

No hay contraindicación en ningún caso (excepto el exceso de alcohol) y, como estamos combatiendo los síntomas, la miel y el limón combinados son muy buenos para aliviar la irritación de la garganta, especialmente en forma de té caliente.

Los vapores e inhalaciones de mentol y eucalipto son muy buenos para ayudar a despejar las vías respiratorias, ayudando al organismo a respirar mejor y a aliviar la molesta congestión nasal. Las cremas con estos ingredientes en el pecho también son de gran utilidad.

Para destapar la nariz hay dos métodos: por una parte la ya mencionada inhalación de vapores y productos con mentol; y por otro, el lavado directo con solución salina (también conocido como suero) que se vende en farmacias.

Esta solución, a efectos del lavado nasal, puede prepararse con agua corriente, sal y bicarbonato, y alivia mucho el picor nasal propio de las gripes y resfriados.

La artillería pesada, los analgésicos

Desde la aspirina hasta los antihistamínicos y analgésicos más avanzados, todos son útiles, pero deben usarse con prudencia, ya que el exceso de estos fármacos es muy peligroso.

Son una buena opción para aliviar los síntomas de gripes y resfriados el paracetamol o acetaminofen, el ibuprofeno y cualquier otro analgésico de uso común. No obstante, no debe abusarse de ellos. Recordemos que sólo alivian los síntomas y no curan la enfermedad.

La vitamina C y los antibióticos

La vitamina C suele suministrarse en altas dosis a los pacientes con resfriados o gripe, en la creencia de que esta vitamina combate la enfermedad. Sin embargo, la realidad es que hasta ahora no hay ninguna evidencia de que este compuesto tenga influencia alguna en el tratamiento de los síntomas de estas enfermedades.

Por su parte, los antibióticos están completamente contraindicados. Cuando se tiene gripe o resfriado, el cuerpo ha sido invadido por un virus, y los antibióticos están diseñados para encargarse de infecciones bacterianas, no virales.

Además, los antibióticos atacan a muchas células del cuerpo humano, con lo que en presencia de gripe, sólo sirven para colaborar con ella y no con el bienestar del paciente.

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