Licenciado en Derecho con una Maestría en Educación, trabajó en el Poder Ejecutivo con cinco gobernadores del Estado de Morelos, fue jefe de la oficina de Impuestos Mercantiles de la Secretaría de Hacienda en Morelos, docente en la UAEM, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos, hombre decente y trabajador es don Humberto Gómez Garduño quien nació en Puente de Ixtla, Morelos, el 24 de abril de 1934. A los cuantos días de nacido toda la familia se aposentó en Cuernavaca.
Su papá era José Gómez Campuzano; fue revolucionario zapatista. Trabajaba el campo, pero al llegar a Cuernavaca se metió al Sindicato de la Industria Cinematográfica (STIC). Su mamá se llamó Natalia Garduño Mondragón, quien cuidaba a sus hijos y era una magnífica ama de casa.
El preescolar lo hizo en el Resurgimiento, la primaria en las escuelas: Miguel Hidalgo y en la Cuauhtémoc, después en la secundaria federal No.5 Revolución Social y en el Anexo en la calle Ruíz de Alarcón frente a la panadería del Güero Palomo, donde se iban a robar el pan. Humberto era muy peleonero de joven, “Hasta que me encontré uno más bravo que yo y se me quitó lo aventado”, comenta burlándose de sí mismo.
La preparatoria la cursó en el Instituto de Educación del Estado de Morelos, de lo que ahora  es la UAEM. Recuerda al profesor Amos Cabrera, al licenciado Roqueñí, a Don Raúl Ortíz Urquidi, a la química Virginia Ruíz, al Biólogo Félix Frías y a muchos otros que fueron muy importantes en su vida.
Desde muy pequeño su papá le inculcó el amor al trabajo y lo metió de aprendiz a un taller electromecánico, donde arreglaban radios y acumuladores. El dueño era  don Antonio Salazar y su negocio estaba en la calle Morelos frente a la Casa Sedano. Al terminar la preparatoria, continuó sus estudios de Licenciatura en la Escuela de Derecho en el mismo Instituto, que en ese tiempo estaba frente al Jardín Revolución.
Su padre fue muy enérgico, siempre lo obligaba a trabajar y a vestir pulcramente y aún sin tener dinero, en todo momento a estar presentable. Su mamá era su amiga y consejera; le ayudaba en sus estudios, lo mismo que a sus cinco hermanos: Ricardo, Enriqueta, José, Juan Manuel y Francisco. A Humberto le gusta mucho la natación y la caminata, deportes que aún practica. Se recuerda de cuando Iba junto con un grupo de amigos llamado Los Comanches, haciendo las caminatas hacia las Lagunas de Zempoala, a Xochicalco, al Tepozteco  y al Popo. “No, ahora apenas acompaño a Soco al mercado y ella me tiene que ayudar a cargar las cosas”, respinga bromeando.
Jugaba softbol en el Parque La Leona con sus amigos Sergio Cobian, Fitos Cortés y muchos más. En una ocasión bateando una bola se dislocó la clavícula. Fitos, con sus ocurrencias de siempre le dijo que jugara con su brazo en lugar que con el bat. Comenzó a reírse de la broma secundado por el resto de los amigos, que hasta a él mismo se le olvidó el dolor.
Mientras estudiaba, su padre lo metió a trabajar al Cine Ocampo y al Cine Alameda. Orgullosamente nos cuenta que empezó de barrendero y después consiguió un trabajo en Textiles Morelos, como auxiliar en el departamento de hilados.    En una reunión social conoció a Socorro González Ordoñez, contrajeron nupcias y se fueron de luna de miel a Puerto Vallarta, Jalisco. El estilo del hotel donde estuvieron era Morisco y sus playas le parecieron las más hermosas de México. En aquel entonces eran playas lindas y no estaba tan desarrollado como ahora está. Tiene cuatro hijos: Silvia Alejandra, Humberto, Blanca y Ricardo.
Su hija Silvia es Sicóloga y se acaba de jubilar de la Fiscalía del Estado; Humberto se dedica a Bienes Raíces, Blanca trabaja en una empresa de seguridad privada y Ricardo se dedica a la compra-venta de autos en Cuernavaca. A Humberto y a Soco, como le dice a su esposa de cariño, les gusta ir a Tepoztlán a su mercado, en día de Tianguis, donde comen ricos Itacates y comida típica, se pasan el día recorriendo el museo y el convento de la ciudad. También les gusta hacer La Ruta de los Conventos por todo el Estado. Nos cuenta que algún domingo se van durante todo el día a Tlayacapan, viendo las artesanías, a tomar sus nieves y refrescantes aguas de frutas naturales, regresando al anochecer para que no los agarre el tráfico.
Incursionando en su preparación, empezó como tramitador de asuntos fiscales en el despacho de Contabilidad Iñesta, Cansino y Compañía.
Llevaba una buena relación con el Jefe de la  Secretaría de Hacienda Federal, Dardo Lazos Gómez, donde estuvo como oficial en el Departamento de Impuestos sobre la Renta con el hijo del maestro de música, don Fernando Luyando, quien era Director de la Banda de Música del Estado de Morelos. Este joven tocaba el saxofón con su padre en la Banda del Gobierno del Estado, la que hacia las delicias de quienes iban a oírlos tocar todos los fines de semana en el kiosco del Jardín Juárez. El maestro Fernando Luyando, le enseñó música a casi todos los jóvenes de aquella época.
En el sexenio de Norberto López Avelar y a invitación de Pepe Tajonar entró como mecanógrafo, ascendiendo a Jefe de la Sección Contable de la oficina, pasando a ser Subdirector de la Sección Contable, luego como subdirector del Departamento de Ingresos Mercantiles y poco después como jefe del mismo sitio.
Con el gobernador don Emilio Riva Palacio ingresó al Departamento Jurídico con el señor Mariano Oropeza y pasó a ser Recaudador de Rentas de Cuernavaca, Jefe de la Oficina de Inspección y Sanciones Fiscales.
En el período del gobernador Felipe Rivera Crespo, fue Secretario de Vigilancia Electoral Estatal; Medidor Político en los Consejos Municipales e integrante de la Comisión para la Regulación de la Tenencia de la Tierra (CORETT); Secretario de Estudio y Cuenta del Tribunal de Justicia del Estado, siendo Presidente del Tribunal, el licenciado Heriberto Álvarez Tapia.
Al comenzar el sexenio del gobernador Armando León Bejarano, fue jefe de Asuntos Jurídicos de la Dirección General de Gobierno y Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia de 1976 a 1982.
Cuando el licenciado Antonio Rivapalacio López, designó a José Castillo Pombo Secretario del Sistema Estatal para el Desarrollo Municipal, a él lo nombraron Director de Área del Sistema junto con don Manuel Levi Peza. Humberto se jubiló en 1994 en ese mismo puesto.
En 2017 estudió la Maestría en Educación en la Universidad de las Américas. Actualmente es miembro del Consejo Estatal de Abogados y del grupo político, Amigos de Cuauhnáhuac.
Fue docente en la UAEM en la Facultad de Contaduría y Administración, impartiendo la cátedra: Nociones de Derecho Laboral. Esta asignatura también la dio durante un tiempo en la Universidad de las Américas.
Hombre honesto, académicamente preparado, cumplido servidor público, gran amigo y magnifico padre de familia es el Licenciado Humberto Gómez Garduño quien es toda una institución dentro del Poder Judicial como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos, participante del Poder Ejecutivo, pero más se le respeta por ser un cuernavacense de corazón.  

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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