E.U. Cuando Genevieve Purinton, de apenas 19 años de edad, dio a luz a su hija en un hospital de Gary, Indiana, los médicos le aseguraron que esta había muerto. Casi siete décadas más tarde, se reencontró con ella.

 

Por razones que se desconocen, hace 69 años, los médicos le mintieron a la joven madre e incluso se negaron a mostrarle el cuerpo de su bebita, solo para darla en adopción.

El tiempo pasó y Genevieve continuó viviendo con sus hermanos sin interés de formar una familia propia.

Una vez que toda su parentela falleció, la señora Purinton, ya de 89 años de edad, se internó en un asilo de ancianos donde, al menos pasaría el tiempo con gente de su edad.

 

Sin embargo, en California, aquella bebita que supuestamente había muerto fue adoptada por una familia que la crió y le dio el nombre de Connie Moultroup.

 

Connie creció como cualquier otra persona, convencida de que su madre había muerto, hasta que su madre adoptiva murió y su padrastro volvió a casarse.

La nueva esposa de su padre adoptivo no acabó por adaptarse a Connie, por lo que la pequeña, de cinco años de edad, comenzó a fantasear con la idea de que su madre biológica la rescataría.

Connie supo desde una edad muy temprana que era adoptada, por lo que siempre que pudo buscó maneras de dar con ella.

 

Pasaron las décadas y la niña creció y se convirtió en madre. Una de sus hijas, Bonnie Chase, contó a medios locales la increíble historia que comenzó cuando, como regalo de navidad, se compraron una prueba casera de ADN.

 

Tras realizarse la prueba, se descubrieron algunos familiares lejanos. Uno de ellos fue el que le reveló que su abuela biológica se llamaba Genevieve y que aún estaba con vida.

Connie continuó la relación con sus familiares perdidos por varias semanas hasta que se fijó una fecha para visitar el asilo de ancianos en el que vivía su madre para verse con ella cara a cara.

 

Al encontrarse y saber que se trataba de su madre biológica, Connie Moultroup no pudo evitar abrazar a su madre que, entre lágrimas, hizo lo mismo.

 

Connie indicó a medios locales que, además de una prueba de ADN que se hizo para saber si Genevieve era realmente su madre, hay “señales inequívocas de que lo es”, como su apariencia o algunas afecciones médicas, por ejemplo.

Ahora Genevieve sabe que no está sola, ya que no solo se reencontró con su hija, sino que también se enteró que tiene nietos y hasta bisnietos.

Bromeando, Connie dijo que “Santa Claus tendrá problemas para superar el regalo que obtuvo su madre y su abuela“.

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