Hay indignación y oprobio entre la población, en particular en la comunidad cultural cuernavacense. Es sabido que en tiempos pasados las bibliotecas públicas de Cuernavaca fueron saqueadas, y que cientos de valiosos libros, incunables y centenarios fueron a parar a bibliotecas particulares quedando en la impunidad.

Hoy, el Archivo Histórico del Estado de Morelos, supuestamente resguardado por el Instituto Estatal de Documentación, ha sido saqueado durante la estancia de su exdirector Jesús Zavaleta Castro.

De lo anterior, el día 9 de este mes hice una detallada denuncia pública en un noticiero televisivo que se replicó ampliamente en los medios electrónicos, a raíz de eso, el gobierno del estado abrió una carpeta de investigación número AC/11/319/2018. Y el periódico Excélsior del día 15 de este mes publica que esa persona robó el “Manifiesto Zapatista al Pueblo Mexicano” que firmó el General el 25 de abril de 1918 antes de tomar la Ciudad de México junto con Francisco Villa.  En su primera declaración por escrito, Zavaleta se incrimina a si mismo al aceptar tener el documento “bajo su resguardo” “para que no fuera robado”, cuando no tenía por qué estar en su poder personal, lo que constituye un delito por disposición indebida; apoderamiento de documentos, ejercicio indebido del servicio público, y lo que resulte, ya que pudo quedar una constancia de que el documento quedaba en el Archivo Histórico. Hay decenas de documentos que rastrear. Ahí también se “resguardan” otros documentos históricos de suma importancia de siglos. La labor del Instituto debe apegarse a la Ley General de Archivos de carácter federal, y a la Nueva Ley de Archivos del Estado de Morelos, cumpliendo con la conservación, resguardo, clasificación, descripción y buen manejo de la documentación oficial del Estado, y debe estar abierto al público. La hemeroteca ahí resguardada, no fue actualizada durante la gestión de Zavaleta como era su obligación, sus colaboradores se abocaron a conseguir periódicos regalados para actualizarla en la medida de lo posible, ellos son los que han denunciado en los medios.
En los últimos años, su exdirector Zavaleta Castro, ya no permitía ya el acceso a investigadores, historiadores, cronistas y particulares interesados en información de carácter histórico. En el ámbito cultural es ampliamente sabido que Zavaleta, es ávido coleccionista de documentos de valor histórico y económico, lo que incluso presume públicamente, por lo que pudiera ser el caso, que en ese caos, tal vez planeado, sea posible que muchos documentos de suma importancia, hayan pasado a formar parte de su archivo particular.
El archivo, lo cerró y lo cambió parcialmente a otro lugar, sin que se sepa ciertamente a donde.
Conformado por cientos de cajas de cartón, algunas de productos comerciales, la mayoría en el suelo, se encuentran en pésimas condiciones, muchas amontonadas como basura, semi desbaratadas con inestimables documentos dentro, todo expuesto a la humedad y a fauna nociva -lo que me consta- de lo que han circulado fotografías en diversos medios, donde se señala a Zavaleta de ser un burócrata vividor, que no ha hecho nada por el resguardo adecuado de tan importante acervo, sino todo lo contrario, lo que amerita sanciones de carácter penal federal y del fuero común.
En cambio, el Archivo Histórico Municipal del Ayuntamiento de Cuernavaca, desde que estaba dirigido por Manuel Pardo Chavarría, me consta se encuentra en condiciones apropiadas, en perfecto orden y pulcritud, en anaqueles especiales, incluso con aire acondicionado; para ingresar es necesario pasar por un tapete que desinfecta el calzado de cualquier germen o bacteria que pudiera afectar la documentación de siglos, para tener acceso es obligado ponerse guantes de látex, y tapabocas -que ahí tienen a disposición- para poder consultar los documentos.

Cuando las denuncias ciudadanas como esta, se señalen en los medios, son perseguibles de oficio y las autoridades competentes deben proceder oficiosamente en base a las atribuciones legales que les confieren las Leyes y la Constitución, esto, cuando sean probables hechos ilícitos.  

Se me ha pedido que por este medio, solicite al nuevo Congreso del Estado de Morelos a través de las comisiones de Puntos Constitucionales, de Legislación y la de Transparencia, la comparecencia de quien corresponda, y una auditoria empresarial que lleve a la verdad histórica y legal de tan delicado tema para la vida pública del estado, ya que Zavaleta presume -y es sabido- de su amistad con las más altas esferas de gobierno y de gozar de su protección, lo que le daría seguridad y valor para haber actuado de esa manera.
La ciudadanía dio su voto de confianza a Cuauhtémoc Blanco.
La comunidad cultural está pendiente.

P.D. Hasta el otro sábado

Por: Carlos Lavín Figueroa / carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx

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