En sólo nueve meses, el gobierno de Graco Ramírez dejó libres a mil 20 personas que estaban recluidas en prisiones estatales, denunció el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo. La denuncia es pertinente, y digamos que presumible el fondo político de este asunto: desestabilizar al gobierno de Cuauhtémoc aprovechando la crisis de inseguridad que padece Morelos. Igualmente es creíble la expresión de que el excarcelamiento de poco más de mil autores de delitos diversos no tiene precedente en Morelos, pero afirmar que un hecho igual no ha sucedido en ninguna entidad del país resulta exagerado con respecto al número de habitantes de Morelos.  Asumiendo el cargo oficial de jefe de la Oficina de la Gubernatura y el desenvolvimiento cotidiano de vicegobernador, José Manuel Sanz Rivera no podía permanecer al margen de este tema. Declaró que se deberá revisar expediente por expediente de cada una de las personas que fueron sacadas de la cárcel en tan poco tiempo. ¿Pero con qué propósito? ¿Regresarlas a la cárcel bajo nuevas acusaciones, habida cuenta que legalmente nadie puede ser acusado dos veces del mismo delito, o nomás para “dar la nota”? Dicho todo esto a riesgo de que este comentario sea erróneamente interpretado como una “defensa” de Graco, así como que las acciones y las palabras de Cuauhtémoc pueden tener el valor de la verdad, pero también posible el trasfondo de desviar la atención de la sociedad sobre el problema de la inseguridad pública al que, ciertamente heredado de la administración perredista de Ramírez y en menor grado de las gestiones panistas de Marco Adame Castillo y Sergio Estrada Cajigal, no es posible combatir solamente con la “estrategia” de echarle la culpa al pasado... Por cierto: la nota de 17 denuncias por presuntos delitos (vulgo, probables raterías) contra funcionarios de la gestión graquista, la dio el martes la administración cuauhtemoquista. Presentada en la Fiscalía Anticorrupción por José Manuel Sanz, jefe de la oficina de la Gubernatura; Samuel Sotelo Salgado, consejero jurídico, y Fidel Giménez Valdés Brito, secretario de Obras Públicas, de acuerdo a lo publicado señala un monto superior a 640 millones de pesos e involucra a ex funcionarios del área de Obras Públicas. ¿Quiénes? No dice nombres, por aquello del cuidado al buen proceso, pero si de la dependencia hoy día dirigida por el panista Jiménez se trata, brinca instantáneamente al menos un nombre, el de Patricia Izquierdo, ex la titular de la Secretaría de Obras Públicas. De la manera que sea, las preguntas que se hace mucha gente son si efectivamente uno, varios de los cercanos a Graco o éste mismo pararán en prisión; cuándo, cómo, dónde y si por las dudas es que desde semanas atrás pusieron tierra de por medio. Una interrogante que está en la mente de muchos y cuya respuesta concreta y precisa podrían tener pero hacen como que la virgen les habla el titular de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, Vicente Loredo Méndez, el fiscal Uriel Carmona Gándara, y la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Verónica Cuevas López. Polvos de lodos del pasado, no dicen ni pío; muestran lealtad a su ex jefe, lo cual es decente, pero aferrándose a los cargos por comodidad económica se evidencian tal presuntos cómplices por omisión… DE la pista de Tetlama despegaron y aterrizaron las naves de Aerolíneas Internacionales, sacadas del aire en 2003 por la Dirección de Aeronáutica Civil hace ya tres décadas de las cuatro que está cumpliendo el aeropuerto internacional Mariano Matamoros. Antes ya se había marchado el bimotor de Aromorelos, llegada en los ochenta como la primera empresa que por falta de pasajeros muy pronto terminó instalándose en Oaxaca. Después vendrían otras compañías: Mexicana de Aviación, Aerocaribe y Aeroméxico, pero igualmente se fueron como llegaron, volaron unos pocos meses y, escasos los pasajeros a Guadalajara, Tijuana, Monterrey y a otros pocos destinos, aguantaron lo más que pudieron pero acabaron aventando la toalla.  Y la última, TAR, en 2016 que duró solamente un año. Lejos había quedado aquel 15 de abril de 1988 cuando el entonces presidente Miguel de la Madrid vino a una gira, acompañado del gobernador Lauro Ortega Martínez y el secretario de Agricultura y Ganadería, Eduardo Pesqueira Olea, en el desde su inicio llamado Aeropuerto Mariano Matamoros. Voz de Cuauhtémoc Blanco, José Manuel Sanz se ha pronunciado por reactivar el “Mariano Matamoros”. Urgido Morelos de fuentes de empleo, eso sería muy bueno, pero posible sólo con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cual no se ve rápido ni fácil. Para que sucediera pronto haría falta que Morelos se llamara Tabasco… (Me leen después).

 

Por: José Manuel Pérez Durán

jmperezduran@hotmail.com 

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