Ni modo, a Claudia Sheinbaum la gobernadora de la Ciudad de México le están reventando los olvidos, descuidos, corruptelas, desgastes y pésimas condiciones en que se encuentra tras más de 50 años, de haberse iniciada la Línea Uno del Metro, Tlalpan-Zócalo, luego de haber acrecentado esa red por distintos rumbos, donde ahora brotan los accidentes y las desgracias… Tal fue el caso en principio de la Línea 12 del Metro, cuyo accidente dejó decenas de muertos y heridos con daños económicos incuantificables y millones de personas afectadas… Luego de ello vinieron otros “metrazos”, uno de los últimos hasta por un paraguas “que cayó” o lanzaron en las vías, mismo que causó un corto circuito y temores entre los usuarios… Como si eso fuera poco, vinieron las explosiones e incendios provocados por los vetustos transformadores dañados, frente a lo cual de manera chillante como justificación, la Sheinbaum simplemente acusó: ¡“Sabotaje”..! De inmediato las voces del Sindicato de Trabajadores del Sistema Colectivo de Transporte llamado Metro, la atajaron y la acallaron, pues vino la acusación hecha por los dirigentes quienes simplemente le dijeron: ¡“Falta de mantenimiento”..! Como se sabe, son cientos de miles de millones de pesos los que se tienen destinados para las reconstrucciones, restauraciones, adecuaciones y mantenimiento del Metro, que quien sabe donde vayan a parar, a grado tal de que por la última cantidad anunciada para la Línea Uno por el orden de los 37 mil millones de pesos, de inmediato los diputados de la Asamblea Legislativa salieron a la palestra para anunciar su decisión de estar al pendiente, para que esa inmensa cantidad de dinero sea manejada, administrada y aplicada correcta y honestamente… ¡Se logrará este milagro..! ¿En cuánto tiempo para resolver las penurias de transporte que padecen millones de habitantes de la Ciudad de México, sus áreas aledañas y los millones de visitantes..? ¡Urgen respuestas claras Claudia!

HOSPITALES… Luego del desgarriate que se detectó por decenas de descuidos, abandonos, falta de recursos, anarquías y dejadez en los mantenimientos de diversos Hospitales como el José G. Parres de Cuernavaca, particularmente en sus vetustos elevadores, las pésimas condiciones laborales y múltiples instalaciones… La voz de alarma se dio y empezaron las visitas de funcionarios para atender y resolver el tipicuchal de descuidos detectados… Samuel Sotelo Salgado, el secretario de Gobierno, inició estas visitas por los rumbos del Hospital del Niño, donde desde luego detectó y dio los ordenamientos correspondientes para emprender las acciones necesarias, sacándole “al cerdo los dineros para ello destinados”, mismos que extrañamente “se tenían guardados”… El secretario de Salud Marco Antonio Cantú Cuevas en cumplimiento a su trabajo hizo otras visitas a otros hospitales para más o menos hacer lo mismo, por los rumbos de Cuautla, Jojutla y Tetecala, pero aún faltan otros más y decenas de clínicas que reclaman y requieren con urgencia, no la presencia de los funcionarios para ver cómo están esas indeplorables instalaciones, sino para que vayan quienes tienen que atender y resolver los problemas… Después “del niño ahogado”, en el Hospital José G. Parres se soltaron los recursos y vinieron las acciones para resolver problemas, lo cual fue aprovechado por el Ejecutivo para llegar  como “el salvador”, en beneficio del recurso humano que ahí labora, entre médicos, enfermeras, afanadores, personal de servicios y desde luego, para saber si las labores realizadas como obras materiales en el Nosocomio, tienen la calidad y las garantías necesarias para darle mayor y mejor atención a la gente necesitada por cuestiones de su salud… Esperamos que junto con todo ello, los medicamentos y materiales que se requieran también se acerquen a los Nosocomios y se pongan al alcance de los fregados enfermos! 
Por: Pablo Rubén Villalobos

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