La lucha por hacer que los derechos humanos sean respetados es constante y no tiene cuando parar. La sociedad civil está constantemente alertando sobre la necesidad de proteger los llamados Derechos Fundamentales extendidos a los digitales. La ONU está trabajando una hoja de ruta para propiciar que los Derechos Humanos sean respetados tanto en internet como fuera de ella. Advierte que, con demasiada frecuencia son vulnerados propiciando violencia e invadiendo la privacidad digital de las personas.
En México se han dado interesantes avances desde que se aprobó la ley de transparencia en el 2002, que incorporó, años después, la protección de datos personales. La constitución los incluyó modificando el articulo sexto constitucional en el apartado II que dice que la información que se refiere a la vida privada y los datos personales será protegida en los términos y con las excepciones que fijen las leyes.
En diferentes partes del mundo han surgido organizaciones de la sociedad civil con el propósito de propiciar que los gobiernos se apresuren a crear las condiciones para que se construyan las estructura jurídicas necesarias y se desencadenen acciones y políticas públicas que analicen, estudien y apliquen para garantizar la defensa de los Derechos Fundamentales en la web.
Llama la atención la creación, en España, de una Fundación que establece como sus fines principales la defensa de los principios democráticos y el desarrollo de la sociedad de la información. Esta vinculación de la sociedad de la información y la democracia es de suyo interesante. Muestra la importancia que se da al desarrollo de la tecnología y el empoderamiento de la sociedad, que permite el fortalecimiento de la democracia.
En su declaración de principios, el interés de la Fundación Instituto Hermes, va dirigido a que “las pequeñas y medianas empresas, los autónomos, los emprendedores, los activistas sociales y a las instituciones públicas tengan entre sus objetivos... el empoderamiento ciudadano y el fomento de la sociedad de la información.” El tema no es menor. Es un empeño que muestra la participación activa de la sociedad civil en el desarrollo de la democracia, dirigiendo sus acciones específicamente a sectores sociales que inciden en esa fortalecimiento.
El tema es relevante por que las empresas que utilizan internet logran mejores oportunidades en el mercado. En Morelos existen alrededor de 90 mil empresas. El 97.7 % son micro con menos de 10 empleados de acuerdo a la la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas (ENCRIGE) 2020, del INEGI. Solamente el 37% utiliza Internet. Significa que dos terceras partes de las empresas morelenses están al margen de los mercados digitales y los beneficios que se obtienen cuando se incorporan al mundo digital.
En su blog Derechos de Ciudadanía Digital, el Instituto Hermes da cuenta de un proyecto para la “España despoblada”. Este proyecto considera que la estrategia para incorporar a las “Zonas de Urgente Digitalización” requiere vincular la infraestructura de transporte, la digitalización y los derechos de la ciudadanía digital. El proyecto fue consensuado con organismos gubernamentales responsables de áreas estratégicas de la comunicación. Las conclusiones las presentaron a las administraciones públicas con base en los nuevos derechos digitales.
Estas acciones de la sociedad civil, son evidencia de lo relevante que resulta que la sociedad participe activamente en buscar y aplicar soluciones a los problemas que le afectan y anticipa un futuro que ya está aquí en tecnologías de la información. Se obtienen así, propuestas innovadoras con objetivos alcanzables.
Los derechos digitales son una extensión de los derechos fundamentales aceptados por la ONU. La protección de ellos es responsabilidad del Estado. La democracia se ve beneficiada cuando se desarrolla e impulsa el desarrollo digital y se coloca en el centro al ser humano. Morelos demanda políticas públicas que disminuyan la brecha entre las organizaciones que poseen tecnología de la información avanzada de las que se están quedando rezagadas.
Por: Ariel Homero López Rivera