En tiempos en los que los delitos de alto impacto tienden a acaparar la atención del público y de las autoridades, es difícil voltear a un tema que puede ayudar en mucho a mejorar la tranquilidad de las personas y la convivencia social. Me refiero a la justicia cívica que sanciona faltas administrativas. Las faltas administrativas están previstas en los bandos de policía municipales, y tienden a ser muy heterogéneas. Sin embargo, el Congreso del estado también expidió una Ley de Cultura Cívica que muchos municipios aplican de manera supletoria ante la desactualización de sus bandos. Algunas de las infracciones que esta ley prevé como infracciones contra la dignidad de las personas son maltratar física o verbalmente a cualquier persona, y golpear a una persona, en forma intensional y fuera de riña, sin causarle lesión. Estas son situaciones que cualquier persona puede vivir de manera cotidiana, y que si se atendieran de manera adecuada, podrían mejorar mucho la convivencia de las personas.

Otra infracción prevista en esta ley es producir o causar ruidos por cualquier medio que notoriamente atenten contra la tranquilidad o la salud de las personas. Esta infracción no implica ninguna medición de decibeles o nivel de ruido, sencillamente se actualiza cuando se produce una molestia para las personas. Los vecinos podrían estar escuchando música con un nivel medio de sonido, pero a muy altas horas de la noche, o cuando se tienen a bebés en casa o personas convalecientes.  

También se prevé como infracción el permitir que un animal transite libremente, o transitar con él sin adoptar las medidas de seguridad necesarias, de acuerdo con las características particulares del animal, para prevenir posibles ataques a otras personas o animales, así como azuzarlo, o no contenerlo. Los altercados entre personas como consecuencia de la infracción señalada van en aumento, y en muchos casos desemboca en enfrentamientos entre personas. El maltrato de animales domésticos está incluido en la Ley de Cultura Cívica, aunque también está considerado como un delito en el Código Penal para el Estado de Morelos. Desafortunadamente este comportamiento es minimizado por muchas autoridades, y es más probable que un hecho de maltrato de animales sea atendido por un juez cívico que por un ministerio público. 

Para mejorar la justicia cívica se requiere trabajar en varios aspectos para la aplicación de la ley. Primero que nada, que los policías y los ciudadanos conozcan el marco jurídico en materia de justicia cívica. Hay un principio jurídico que señala que el desconocimiento de la ley no te exime de su cumplimiento, pero también es responsabilidad de las autoridades municipales difundir las normas. Segundo, que haya suficientes policías para atender los auxilios. Este es posiblemente el mayor obstáculo dado el rezago tan grande. Tercero, que los jueces cívicos adopten criterios que minimicen la reincidencia y que pongan en marcha las políticas previstas en el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica. La aplicación efectiva de la justicia cívica mejoraría mucho la convivencia y la tranquilidad de las personas. Los delitos de alto impacto como los homicidios dolosos ocupan los encabezados de las noticias, pero son lejanos para la mayoría de la gente. En términos de seguridad, atender las cosas que producen conflictos entre los ciudadanos de manera cotidiana puede hacer una mayor diferencia.

Por: Cristian Campos Contreras / ccamposcontreras@yahoo.com.mx


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