¿La historia de Vecna está inspirada en la vida real? En 1974 esta familia se mudó a una casa sin saber lo que les esperaba.
Si eres una de esas pocas personas que no ha empezado la nueva temporada de Stranger Things, cuidado, habrá spoilers.
El volumen uno de la cuarta temporada de Stranger Things se ha catalogado como la más terrorífica de la serie… Hasta ahora.
Desarrollada en los años 80, Stranger Things ha ambientado no solo los escenarios, también el contexto social, durante la década de los 80, cuando el heavy metal, películas de terror y juegos de mesa como Dragones y Mazmorras fueron señalados como “del diablo”, una parte de la sociedad argumentaba que a través de este entretenimiento se promovía el canibalismo, prácticas vodoo, que incluso “llegaron a matar personas”.
En 1979, James Dalles Edbert III, un fiel jugador de D&M falleció durante esta época donde había un “pánico satánico” en Estados Unidos, y su muerte fue relacionada directamente al juego, incluso el sospechoso número uno del suicidio del joven.
Este caso conmocionó a la sociedad y se hizo tan conocido que inspiro la película protagonizada por Tom Hanks, “Monstruos y Laberintos”.
Otro caso sonado fue el de Irving Pulling, otro fan de D&M, hijo de una mujer cristiana conservadora, quien culpó al juego de rol por el suicidio de su hijo y demandó a la empresa, aunque no tuvo respuesta.
Fueron varios los padres que entraron en pánico, por lo que Jason, en Stranger Things, se aterrorizara y culpara a Eddie, de la muerte de su novia, solo porque juagaba D&M, no es tan raro.
Por otro lado, la terrorífica historia de Vecna, se asimila a la historia de Amityville, una casa ubicada en una villa de Nueva York, que en 1974 fue escenario de dos sucesos paranormales.
Una familia se mudó ahí sin saber lo que les esperaría, pues 13 meses antes de que ellos llegaran ahí, Ronald DeFeo Jr. había asesinado a sus padres y a sus cuatro hermanos, porque “las voces de la casa lo obligaron”.
La nueva familia comenzó a tener pesadillas, ver baba verde corriendo por las paredes, había olores fétidos y ruidos imposibles de rastrear.
Por lo que buscaron la ayuda de un cura, que afirmó haber sido abofeteado por una mano diabólica, al no haber solución la familia decidió abandonar el lugar.