Según testigos, los responsables del asesinato del alcalde de Xoxocotla, Benjamín López Palacios, están entre los siete sujetos que ingresaron a su domicilio de la calle 5 de Mayo y tras acribillarlo huyeron a bordo de un vehículo. El ataque fue reportado al 911, anteayer a las 15:16 horas, sólo once días después de que López tomó posesión del cargo. No hubo detenidos.
Xoxocotla es uno de los cuatro municipios indígenas creados por la anterior Legislatura, el 9 de noviembre de 2017. Los otros tres son Coatetelco, Hueyapan y Tetelcingo, respectivamente desprendidos de los territorios de Puente de Ixtla, Miacatlán, Tetela del Volcán y Cuautla, al último de los cuales sigue perteneciendo Tetelcingo merced a un amparo.
La ejecución del edil de Xoxocotla hizo recordar el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota Ocampo, el 2 de enero de 2017. Gisela acababa de levantarse, estaba aún en pijama cuando un grupo de hombres encapuchados y armados entró a su casa saltando una barda. La arrastraron desde su habitación hasta la sala familiar y la acribillaron frente a sus padres.
“Yo les dije a ellos que si querían matarme que me mataran a mí primero, pero ella dijo ‘yo soy Gisela’ (y) entonces se la llevaron a ella porque ella tenía mucho valor”, dijo la madre de Gisela, Juana Ocampo, durante un homenaje en el Congreso de Morelos. Sólo un día después, el domingo 2 de enero la Fiscalía del Estado de Morelos informó que habían sido detenidos tres miembros del cártel Los Rojos como presuntos responsables del atentado mortal a Gisela. Semanas más tarde, un juez los sentenció a 45 años de prisión por el delito de homicidio calificado. Gobernaba Graco Ramírez…
La muerte del presidente municipal de Xoxocotla trae a cuento esta historia: El domingo 23 de enero de 1989, dos grupos se disputaban el puesto de ayudante municipal. El bloque mayoritario estaba en contra del candidato del a la sazón alcalde Ignacio Pichardo Carrillo. Los ánimos se caldearon, tuvo que entrar al pueblo la Policía Rural, hubo dos muertos y el director de la corporación, Venustiano Vázquez Vázquez, fue cesado y puesto preso en la desaparecida Penitenciaría de Atlacomulco. La mañana siguiente, el gobernador Antonio Riva Palacio entró a Xoxocotla. Lo hizo sin escolta, acompañado únicamente por su ayudante “Chucho”, al que ordenó dejara su arma en la Casa de Gobierno. El calor hervía. Riva Palacio y Jesús caminaron por la calle principal, rodeados a lo largo del trayecto al pequeño zócalo por hombres y mujeres enardecidos. El diálogo se tornó áspero por los reclamos de los lugareños. Riva Palacio hizo acopio de paciencia y aguantó. Siguiendo su costumbre, los “xoxocotlos” le hablaron de “tú” al Gobernador. Político, Riva Palacio pudo al fin consensuar un acuerdo: habría una nueva elección de ayudante municipal, y los deudos de los difuntos serían indemnizados. Uno de los xoxocotlenses caídos bajo las balas de la Rural era un joven hijo de Armando Soriano, y éste, uno de los líderes tradicionales de la comunidad. Las indemnizaciones fueron negociadas en el marco del proceso de la fundación de Partido de la Revolución Democrática, uno de cuyos participantes en la creación de la naciente organización política, Pedro Velázquez Vivas, intervino en el acuerdo para el pago de la reparación de los daños…
En situaciones de crisis superadas, la diferencia es que gobiernan la política y la cultura, no la improvisación y la ignorancia… (Me leen después).
Por: José Manuel Pérez Durán