Al parecer, luego de un mes de huelga se podrá resolver el conflicto universitario en principio, ya que el gobernador dio instrucciones para adelantar las ministraciones de noviembre y diciembre, pagar las dos catorcenas pendientes y levantar así la huelga.

Además, se comprometió a seguir acompañando a la universidad ante la autoridad federal en las gestiones que sigan realizando en la búsqueda de una solución a la problemática presente. “Es así como se ratifica nuestro apoyo al personal docente y administrativo; pero sobre todo refrenda nuestro compromiso con los jóvenes universitarios”, aseveró.

En boletín de prensa del Gobierno del Estado se enfatiza que no se escatimarán esfuerzos para que la Máxima Casa de Estudios “continúe siendo un ejemplo en materia educativa superior y siempre comprometida con el desarrollo de la sociedad morelense”.

Hoy más que nunca se requiere de la unidad y compromiso de todas y todos, porque solamente de esta manera lograremos que nuestra entidad tenga la transformación que los morelenses anhelan.

Por su parte, el apoderado legal del Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (SITAUAEM), Gustavo García Aragón, indicó que se encuentran en espera de recibir las dos catorcenas que les adeudan por parte del Gobierno del Estado, lo que puede efectuarse entre ayer y hoy, dando paso a la convocatoria de la Asamblea General y, ante su previa autorización, levantar la huelga el jueves.

Esperan el depósito de aproximadamente 60 millones de pesos a las arcas de la UAEM para cubrir los dos pagos en octubre y después poder plantearlo ante los académicos sindicalizados, quienes determinen mediante una votación si celebran el convenio con el Gobierno del Estado.

Esto quizá levantaría la huelga, pero no resuelve el conflicto, por lo que los Comités General de Huelga y Ejecutivo Central así lo informaron a los trabajadores sindicalizados. En la reunión con la Junta de Conciliación y Arbitraje y la Universidad, la semana pasada se revisó, junto con el Gobierno del Estado, la posibilidad de contar con el recurso económico para pagar estos dos adeudos pendientes de nómina, sin negociar los salarios caídos que implica la huelga, así como garantizar los pagos subsecuentes como producto del trabajo devengado.

Se señaló que el proyecto presentado al Poder Ejecutivo, el cual se tendría que ratificar ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para levantar la huelga, fue propuesto por la misma Universidad, haciéndole ciertas adecuaciones por parte del sindicato; dentro del convenio se plasma la entrega de 140 millones de pesos del subsidio ordinario, dándole al personal la seguridad de contar con sus pagos hasta diciembre: “Esperamos que se realicen los depósitos para dar paso a la Asamblea General y poder, si así se vota, regresar a clases este jueves”.

El problema que desde afuera puede verse es que el conflicto se soluciona a medias, y se queda la universidad con las mismas presiones que la ha mantenido en jaque durante más de un año; la solución en una parte importante es que el Congreso apruebe el 3% del presupuesto para la universidad, pero las diputadas no entienden que es más importante la casa de estudios que muchísimas cosas que quieren arreglar con sus electores para quedar bien.

Se trata de la educación superior de los morelenses, de los que estudian y serán los profesionales que podrán sacar adelante al país y al estado en un futuro no muy lejano; el no resolver el conflicto es como cuando a un enfermo se le dan aspirinas para que se le baje la fiebre, nada más para que se sienta mejor, pero no una medicina que le cure del mal. Así que es verdaderamente importante ese 5% más para la universidad y, desde luego, que exista una mayor transparencia en el ejercicio del gasto en cada área universitaria.

Lo que no se entiende es que los legisladores, que a saber no son ciudadanos que vengan de grandes fortunas, sino ciudadanos producto del esfuerzo, estén en contra de la universidad pública o contra la autonomía.

El modelo neoliberal que nos ha gobernado desde De la Madrid hasta nuestros días ha querido siempre hacer desaparecer las universidades públicas y, sobre todo, eliminar la autonomía de las mismas, porque ha sido formado por mexicanos que han estudiado en el extranjero y, desde los “Chicago Boys” con Salinas hasta los “Yale Boys” con Peña, han hecho un pésimo manejo del país que cada día tiene más mexicanos en la pobreza, mientras la riqueza se concentra en los mismos de siempre. De ahí la reacción de la mayoría el pasado 1º de julio.

Si creen los diputados de esta legislatura que el camino cómodo y conveniente para sus intereses será comportarse como sus antecesores, deben darse cuenta de que los ciudadanos estamos hartos y buscaremos cómo aplicar la revocación de mandato contra quienes, por muy poderosos que se sientan, no comulguen con lo que los morelenses queremos. No les dimos un cheque en blanco, sino que queremos respuestas en beneficio de todos. ¿No cree usted?

 

Por: Teodoro Lavín León

lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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