Con el lema “Nuestras acciones son nuestro futuro” la FAO  promueve este año el objetivo que tiene como meta: “una mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para la población mundial”.

Las contradicciones no podrían ser más realistas: millones de personas padecen hambre o están subalimentadas, mientras que muchos otros tienen sobrepeso crónico debido a una alimentación deficiente. 

Los pequeños agricultores, que producen más de un tercio de los alimentos del mundo, se encuentran no obstante entre los más afectados por la pobreza, ya que la agricultura sigue siendo un sector impredecible y a menudo inseguro. 

Un sistema agroalimentario que contribuye en gran medida al cambio climático, que a su vez amenaza la producción de alimentos en algunas de las zonas más pobres del mundo. 

La pérdida y el desperdicio de alimentos desenfrenados convive con personas que dependen de los bancos de alimentos o de la ayuda alimentaria de urgencia. 

Hoy resulta evidente para todos: nuestros sistemas agroalimentarios están rotos y nunca ha habido una necesidad más urgente de transformar la forma en la que el mundo produce y consume lo que comemos. 

¿Qué se necesita cambiar?

Para reparar nuestros sistemas agroalimentarios fracturados, se necesita una acción colectiva, para que todos tengan su cientes alimentos inocuos y nutritivos que comer, y toda la cadena de suministro de alimentos sea más sostenible, resiliente e inclusiva, con condiciones decentes y protección social para quienes trabajan en el sector. Para que se produzca este cambio, cada uno debe desempeñar su papel. 

Eso significa que los gobiernos cambien las políticas, el sector privado cambie los modelos comerciales y que todos nosotros cambiemos nuestra actitud y comportamiento.

La FAO trabaja a favor del cambio

La buena noticia es que se puede hacer mucho para cambiar la situación y ponernos a nosotros y al planeta de nuevo en el camino correcto.

El apoyo de la FAO a la transformación de los sistemas agroalimentarios tiene sus raíces en la agroecología, centrándose en la gestión sostenible de los recursos naturales junto con los aspectos sociales que deben abordarse para que el sistema sea justo e inclusivo. 

Cuanto más diverso sea un sistema agrícola, mayor será su capacidad para adaptarse al cambio climático y a otras perturbaciones. Las diferentes combinaciones de sistemas integrados de cultivo, ganado, silvicultura y pesca pueden ayudar a los agricultores a producir una variedad de productos (alimentos, energía,  bra, madera y productos forestales no madereros) en la misma zona, al mismo tiempo o por rotación.

Con información de la FAO

EL COSTE DE LA COVID-19

Este Día Mundial de la Alimentación es el segundo que se celebra durante la COVID-19, que ha tenido repercusiones devastadoras para la seguridad alimentaria en todo el mundo. La pandemia de COVID-19 ha provocado una recesión económica que podría sumar hasta 100 millones o más a los 690 millones de personas que ya padecen hambre.

3000 millones de personas (casi el 40% de la población mundial) no pueden permitirse una dieta saludable

2000 millones de personas en el mundo padecen sobrepeso y obesidad debido a una mala alimentación y un estilo de vida sedentario. Los costos de la atención sanitaria conexos podrían superar los 1.3 billones de USD anuales en 2030

El 55% de la población mundial reside en ciudades y esto aumentará hasta el 68% en 2050

Los pequeños agricultores producen más del 33%  de los alimentos del mundo, a pesar de los desafíos como la pobreza y la falta de acceso a la financiación, la capacitación y la tecnología. 

Los sistemas  alimentarios del mundo son actualmente responsables de más del 33% de las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero mundiales 

El 14 % de los alimentos del mundo se pierde debido a la recolección,  manipulación, almacenamiento y traslado inadecuados y el 17% se desperdicia por parte de los consumidores

¿SABÍAS QUE?

El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Su finalidad es concientizar sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. 

Porciones para una dieta sana

50% Vitaminas, minerales y fibras

20% Carbohidratos

20% Proteinas

10% Grasas

Consecuencias en la salud por una mala nutrición:

Hambruna y desnutrición

Crecimiento deficiente

Discapacidades visuales

Susceptibilidad a padecer enfermedades

Muerte temprana

Sobrepeso y obesidad

Enfermedades cardíacas

Diabetes

Muerte temprana

Pon atención

La desnutrición es una enfermedad reversible, pues es la consecuencia de diversos factores, entre ellos la mala alimentación.

4to. lugar en obesidad infantil ocupa México a nivel mundial según la OMS.

2do. lugar en obesidad en adultos ocupa México a nivel mundial según la OMS.

 

Por: Ddm Redacción / local@diariodemorelos.com

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