COMIENZA EL HECATOMBE

La Conagua durante la sesión semanal con las organizaciones que cooperan y son parte de la institución, informó que el lunes seis y el martes siete 7 de septiembre hubo lluvias que hubieran llenado más de tres veces la presa Madín que está en el Estado de México y tiene capacidad de diez millones de metros cúbicos de agua.

Durante la sesión se le preguntó al director que cuál era el pronóstico para las siguientes semanas y si había alguna información sobre nuevas tempestades o ya se habían acabado las lluvias y las inundaciones para tener la ilusión de que terminen estos fenómenos que tanto daño han dejado por su paso, como jamás se habían visto.  

“No se sabe para cuándo pararán las inundaciones, los terremotos, las lluvias, los truenos y todo lo que nos ha caído encima, porque esta temporada ya casi destruye al País. Estas han sido superiores a las de cualquier tiempo en México en un 20 por ciento al promedio histórico.”

El Estado de México, Guanajuato, Tabasco, Jalisco, Hidalgo, Sinaloa el sureste y Veracruz. Sólo en los estados mencionados se han registrado durante 15 días operativos de emergencia a  cientos de personas, según la Conagua; como también se reportaron lluvias sin parar en las colonias San Cristóbal en el centro del Estado de México, de la colonia Lomas de Aragón, algunas inundaciones en Ecatepec, Estado de México. Aún ahora se está continuando con las acciones de emergencia en apoyo a las ciudades de todos los estados afectados, pero casi siempre se da información de la Ciudad de México.

SALIMOS PERDIENDO LA SEGURIDAD.

El Estado de Hidalgo ha sido castigado por las tormentas de los estados del centro, del litoral y del sur del Océano Pacífico. En Tula de Hidalgo se desbordó el río Tula, cayeron  rocas de enorme tamaño; una de esas tenía un peso de 15 toneladas aproximadamente y del tamaño de una de las casas de abajo. El monte es casi de pura piedra enorme y están asentadas en la tierra dura, la cual se fue resblandeciendo a grado tal que con el peso cedió y se hundieron dentro de las viviendas, afectando a cientos de personas, en su caída desde una altura de 40 metros y más. El agua tiró las viviendas construidas en lugares prohibidos, pero algunas con el permiso barato de algún compadre que fungió como autoridad.

La ciudad de Tula se inundó con la corriente del río a una altura de más de dos metros; arrastró casas, con todo lo que encontró a su paso, como estufas, camas, refrigeradores, toda clase de enseres y gente que tuvo que ser salvada por los soldados, marinos, la Guardia Nacional, Protección Civil y vecinos de la población. Hace unos años hubo una propuesta del gobierno de entonces de colocar unas paredes a los lados del río para evitar que sus casas se vieran afectadas por algún escurrimiento o crecimiento del Tula, pero la gente no lo permitió porque le taparían la fachada o la vista al río. Aunque esta vez, aun con esa pared, la corriente los hubiera afectado.  

Pocos son los estados que no han sido perjudicados por estas tremendos fenómenos naturales; y para seguirle amolando, aparecieron los inmobiliarios que están comprando a precios regalados, las viviendas que están en la zonas de riesgo, obteniendo permisos para construir nuevos asentamientos, especialmente los predios que están cerca de las grandes zonas comerciales, como en el Estado de México a unas cuadras de la carretera México-Santa Fe.

LAS INSACIABLES INMOBILIARIAS

En el Estado de México sucedió un desgarramiento del Cerro del Chiquihuite, donde por desgracia fallecieron  10 personas y hace unos días se encontraron tres cuerpos: dos de ellos son de jóvenes de no más de veinte años y el tercero del cuerpecito de una pequeña de tres años. 

En este sitio se presentaron dos compañías inmobiliarias listas para hacer negocio a costa de la vida y comunidad de los afectados. En México hay de 6 y 7 millones de lotes irregulares, pues la gente ha buscado donde vivir y muy pocos consiguen su vivienda donde la encuentren, sin importarles si es al borde de una barranca o en las faldas de un monte tan amenazante como el Chiquihuite, en el cual estos comerciantes de inmobiliarias las compran baratas y construyen nuevos centros habitacionales, esto hace que las propiedades adjuntas crezcan en precio sin pensar que se vuelven a convertir en fácil presa de más deslaves. Lo que ocurre con cerca de 100 mil familias que adquieren esa clase de construcciones por falta de recursos y la necesidad de tener un techo donde vivir.

Por fortuna los precios en esa área no se han elevado tanto que valga la pena la inversión, señaló el Director del Instituto Nacional de Suelo Sustentable (INSUS) José Iracheta Carroll. El mismo director del Insus, señaló que si se ocuparan todos los predios vacíos que hay en el País, las casas mal hechas por el Infonavit en sexenios pasados y que están incompletas, con unos servicios del gobierno quedarían listas para los damnificados por los temblores y las inundaciones por lo que serían suficientes para cubrir por el momento las necesidades de esa parte de la población.

PARTE DE LA SOLUCIÓN DE UN PROBLEMA

“Tengo entendido que sólo falta la conexión de líneas de luz y tuberías de agua, las que pueden ser cubiertas por cables de las líneas de alta tensión y por pipas y tambos provisionalmente.”, sugirió. “Mientras que los predios vacíos, que regularmente tienen dueño ya sea de ejidos o particulares, se puede conseguir a buen precio o a cambio de dejarles la construcción para cuando sus inquilinos provisionales tengan sus viviendas habitables.”

Hay miles de predios de esta índole. Sólo frente a la ciudad de Temixco, Morelos se encuentran varios cientos de casas sin servicios que podían comprarse a buen precio o recibirlas del Infonavit. Y como esas en sólo Morelos se encuentran cientos, cuyo negocio tramposo fue logrado por las Casas Geo, el ICA y otras constructoras cuando estaban en quiebra por los años 80, misma que fueron el gran negocio para el gobierno federal que les dio los permisos para edificar en lugares sin los servicios mínimos que se requieren. 

Desde la supercarretera Cuernavaca-Acapulco, se pueden ver las construcciones desiertas, las que tenían contratos con las autoridades de Morelos. Como estas hay muchas por todo el País, además los lotes vacíos que se podrían adquirir a buen precio, pueden ser usadas para los damnificados por las desgracias acaecidas y así solucionar uno de los problemas más graves que tiene México en cuanto a vivienda se refiere.

PARA ACABAR CON EL MEDIO AMBIENTE

En casi todos los estados del centro, del Océano Pacífico y en el sureste como Tabasco, Campeche y Quintana Roo se vieron  afectados por las lluvias, las tormentas y los huracanes, con corrientes de aire de más de 150 kilómetros por hora.

Y para acabarla, el Popocatépetl ya está gruñendo con humo y lava, que esperamos se calme. 

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com


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