Solo echando un vistazo al sector del automóvil es como se puede ser consciente de que el momento perfecto para hacerse con un vehículo es, precisamente, ahora.

¿Por qué? Por los indicadores que se han ido mostrando en los últimos meses. Más allá de que la venta de coches ha descendido y no consigue remontar a ritmos normales, los concesionarios se encuentran con modelos que, de no darles salida, se quedarían obsoletos prácticamente en los próximos meses ya que las novedades que se esperan necesitan el sitio que ahora ocupan las unidades que no se venden.

A esto se suma, además, el hecho de que las restricciones de movilidad se han levantado, siendo perfecto el poder poner a prueba en viajes vacacionales los nuevos vehículos, ahorrando en combustible porque hoy en día la optimización de motores nada tiene que ver con la de hace años y, porque la mayoría, ya optan por modelos híbridos que aligeran la necesidad de combustible en las distancias cortas, apoyándose en las energías renovables.

Pero, ¿qué se necesita para dar el paso y comprar un coche?

En primer lugar, lo que hay que hacer es echar un vistazo a las ofertas. Si no se tiene preferencia por ningún modelo o marca, es el momento de invertir un par de semanas en visitar los distintos concesionarios para ver hasta dónde pueden ofertar cada uno de los modelos.

Previamente sí es cierto que hay que hacer un trabajo de filtrado. Saber qué tipo de vehículo se necesita. Si es una familia numerosa, si es un vehículo para una pareja sin niños, si es el primer coche o si se va a usar para luego moverse en carretera o ciudad. Con esto claro, es cuando de verdad se puede llegar a un concesionario acercándose lo más posible a lo que se necesita.

Una vez se tiene claro el tipo de vehículo y el presupuesto, es el momento de buscar financiación. Más allá de la que ofrecen las propias marcas, es necesario comparar las opciones del mercado en el campo de los préstamos y créditos personales. En páginas como LoanScouter se puede revisar cuáles son los intereses, comisiones y plazos de devolución de los mejores préstamos del mercado antes de decidirse por ninguno.

Con todos los datos, es el momento de tomar una decisión. Debe primar, sobre todo, el sentido común. Adquirir un vehículo necesita de un estudio de prestaciones. Cuál es el motor y potencia, cuál la estadística de seguridad, qué tipo de accesorios para mejorar la conducción se introducen como extras, cuáles son las garantías que ofrece el concesionario e, incluso, el color. Todo debe estudiarse a fondo para acertar porque será un vehículo que será conducido durante años y eso necesita de reflexión y no de precipitación.

Como curiosidad para los indecisos, más del 38% de los conductores se han decidido por el color blanco por la visibilidad que ofrece en carretera en cualquier momento del día. Y a éste le siguen el plateado y el negro.

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