Estuvimos de visita en el Pueblo Mágico de Tlayacapan, que representa una gran alternativa para conocer y una aventura que te atrapará entre sus espacios que no debes dejar de conocer, como el ex convento de “San Juan Bautista”, que fue declarado por la UNESCO en 1994 Patrimonio Cultural de la Humanidad, el cual alberga un antiquísimo grupo de momias.
Tlayacapan es un Pueblo Mágico gracias a su belleza natural, historia, arquitectura, sus trece montañas con unas majestuosas vistas panorámicas y sus cientos de senderos, lugares míticos y la pirámide “Tlatoani”.
Destaca también que en el municipio de Tlayacapan hay pinturas rupestres, sin dejar de mencionar que el lugar hubo un asentamiento Olmeca.
En el año 1521 llegaron los españoles a Tlayacapan, con la finalidad de colonizar este lugar, sostuvieron un combate con la población y finalmente se da la conquista de los visitantes.
Como resultado de la evangelización hubo 32 capillas, dieciocho de las cuales siguen de pie y se pueden visitar; estos inmuebles datan del siglo XVI y fueron construidos por los frailes Agustinos.
Siguiendo con la ruta del conocimiento acudimos al barrio denominado “Los brujos” o “artesano”, donde los integrantes de las familias, incluso niños, trabajan el barro para hacer piezas utilitarias en la cocina; allí entrevistamos a dos grandes alfareros y artesanos nativos de municipio que integrantes de la familia Dorantes.
Margarito Dorantes Sánchez “Don Mago” y doña María del Rosario Crespo Aguilar, “Doña Chayito”, los dos alfareros de cepa y dueños de la “Alfarería Dorantes” nos recibieron en su casa-taller y platicamos amenamente. Allí producen artículos de barro vidriado y libre de plomo, como platos, tazas, cazuelas, casos grandes y ollas, así como otros bellos objetos de ornato.
Estos bellos artículos muy mexicanos van dirigidos a varios restaurantes, también para fiestas, bodas, bautizos y 15 años; este trabajo artesanal es hereditario, pues viene desde sus ancestros. “Don Mago” comenta: “Mira, mis nietos Danaé y Diego Dorantes Horcasitas siguen con esta bella tradición”.
La feria del barro, a finales de octubre, es una vitrina para todos los alfareros, donde pueden exponer creaciones artesanales, y el carnaval, tres días antes del Miércoles de Ceniza es una festividad muy llamativa y vistosa, pues los chinelos son la máxima expresión de sus tradiciones en esta fiesta del pueblo de Tlayacapan.
Finalmente y antes de retirarnos de nuestra visita por el pueblo de los altos de Morelos nos dirigimos a degustar de su riquísima gastronomía e hicimos una parada en Ignacio Zaragoza 3, en el restaurante y hotel “La Renacuaja”, donde saboreamos un rico y alucinante platillo denominado “Mi Flores”, muy auténtico, con productos de esa misma tierra, obra del chef Carlos Campos Osorio.
Este platillo es alusivo y honra a la gente trabajadora del campo, pues está creado con flores de calabaza, granos de elotes, cortes de calabaza, frijol negro refrito, tortillas fritas, queso frito de cincho, gotas de encurtido de chipotle, queso fresco de rancho espolvoreado, lechuga y perejil, acompañado todo con un vaso de una refrescante y deliciosa naranjada. ¡VISITA EL BELLLO PUEBLO MÁGICO DE TLAYACAPAN!

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