AHORA QUE se consolida el concepto de reelección inmediata entre gobernantes y representantes populares, queda claro que esto marcha sobre ruedas, mientras el interés ciudadano avanza de rodillas, lento.
Incluso son tema nacional las supuestas peticiones de trabajadores de la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, para que el presidente López Obrador se reelija, dejando atrás la máxima maderista.
En paralelo, las figuras de democracia participativa como revocación de mandato, referéndum, plebiscito e iniciativa ciudadana son motivo de eternos análisis, pero sin que lleguen a pintar como instrumento práctico.
EL AVANCE en la línea de la reelección inmediata a un periodo de gestión tiene incluso la bondad de que los aspirantes no deben dejar el cargo para hacer campaña; es decir, mejor no podría ser su condición.
Más aún, opciones como el retiro de fuero constitucional sigue un proceso burocrático y sujeto a los intereses de las fuerzas políticas que son, a la postre, quienes deciden si se ajusticia a probables criminales.
Mientras tanto, el interés ciudadano sobre una potencial revocación de mandato a un mal gobernante se topa con la indolencia de quienes deben impulsar una figura así, naturalmente, porque lesiona su interés.
SI BIEN es cierto que la iniciativa ciudadana tiene mejor probabilidad de prosperar, en forma directa o a través de representantes populares, hay que esperar sentados que prospere el plebiscito y el referéndum.
Hoy no faltan los gobernantes que juegan al plebiscito, proponiendo que sea la ciudadanía la que marque pauta en políticas de gobierno, pero eso sólo cuando el gobernante no quiere asumir la responsabilidad.
Y del referéndum, nunca el ciudadano de a pie ha estado más lejos de opinar con resultados sobre los ordenamientos legislativos; se asume que para eso están quienes una vez electos deciden por el ciudadano.
AHORA QUE viene la elección de diputados federales y locales, tal vez a manera de exploración valdría conocer la postura de los candidatos sobre las figuras de la democracia participativa y opciones de ser realidad.
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1