La gente sigue asistiendo a reuniones, le sobran pretextos para convivir con familiares, amigos, compañeros, colegas. Nadie habla de otra cosa que no sea del cólera virus, pero arriesgan la vida. Las convivencias transcurren “como antes”, con la diferencia de guardar la sana distancia, usar tapabocas, compartir el frasquito de gel, lavarse las manos constantemente. Están seguros de que con tantas precauciones es imposible contagiarse, pero algo falla. A los pocos días avisa uno de los asistentes que Fulano y Zutana tienen Covid-19, pero no sabe si se contagiaron antes, en o después de la fiesta a la que en mala hora asististe. Así que corres para que te hagan la prueba del SARS-Cov-2, de la que lo mismo puedes salir negativo, en cuyo caso brincarás de gusto, que positivo, y enfermar grave o levemente y hasta puede que pierdas la vida.
Entonces pasarás a ser parte de la estadística, aproximadamente 2,8 millones de muertes en el mundo, pues global es la pandemia. Y sin embargo, muchas son las personas –tercas, irresponsables, necias– que creyendo o no que existe esta enfermedad letal no se cuidan a sí mismas y ponen en riesgo a los demás. Entre ellos a los trabajadores de la comunidad médica –doctores, enfermeras, camilleros, afanadoras– que trajinan en las áreas Covid de hospitales de gobierno y privados. A ellos y ellas reconoció ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador en el Día Mundial de la Salud que, subrayó, “se recuerda para honrar y reconocer el trabajo de enfermeras y médicos en todos los países”. El evento presidencial coincidió con la vacunación anti covid en Tetecala, Coatlán del Río, Mazatepec, Miacatlán y Coatetelco.
Coordinada la campaña de vacunación en Morelos por la delegación del IMSS a cargo de Miguel Ángel Van Dick Puga, para los cinco municipios fueron destinadas 7 mil dosis de Cansino. Las brigadas de los llamados popularmente Correcaminos (¡bip, bip!) son sustanciales. Personas vacunadas con la primera dosis hay en los mencionados, en Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec, Temixco y otros municipios. Pocas todavía comparadas con el total, planeada sin embargo la vacunación de todas y todos los mexicanos y morelenses mayores de 60 años durante lo que resta de abril para que en mayo comience etapa de los cincuentones y más.
Hasta ahora, México ha recibido 14,6 millones de vacunas, de las que se han aplicado 8,9 millones y de éstas 7 millones ya han sido recibidas por adultos de 60 en adelante. A nivel mundial, la estadística del 29 de marzo contabilizó aproximadamente 2,8 millones de muertes debidas al virus, de las cuales 4.636 ocurrieron en China, lugar en el que se originó el virus, y 565.300 en Estados Unidos que encabeza la clasificación, seguido de Brasil con alrededor de 321.900. Hoy el mundo gira alrededor de la maldición de la pandemia que, verdad o mentira, arrancó hace un año en Wuhan.
Negadas tantas personas al uso del cubrebocas y el respeto a la sana distancia, juegan a la ruleta rusa, saben pero no parece importarles que el Covid asesina. Para que los ignorantes y necios les midan el agua a elotes, este texto publicado en “El Ágora, Diario del Agua”: La pandemia más mortal de la historia apareció a mediados del siglo XIV.
Conocida como “muerte negra”, apareció en Europa en 1347. Debido a las manchas a y borbones pestilentes de ese color que la enfermedad hacía aparecer por todo el cuerpo, superó todo lo conocido anteriormente. Introducida por marinos, esta enfermedad comenzó en el puerto mediterráneo de Mesina (Italia), pero se extendió muy rápidamente, llegando a Inglaterra, Alemania y Rusia en 1350… (Me leen después).
Por: José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com