Las familias damnificadas por el terremoto del 19 de septiembre pasarán una Navidad y Año Nuevo tristes, con mucho frío y desamparados, pues viven casi a la intemperie, en tiendas de plástico, reportó La Jornada.

AFECTADOS

Hace casi tres meses que el terremoto destruyó sus viviendas, y siguen a la espera de ayuda del gobierno federal, estatal, encabezado por perredista Graco Ramírez, y del ayuntamiento de Jojutla, a cargo del alcalde Alfonso Sotelo.

La mayoría de los damnificados se quejan de que están igual o peor que la tarde del 19 de septiembre, cuando un movimiento telúrico magnitud 7.1 acabó con su patrimonio, reunido en años, incluso décadas, de trabajo.

Aseguran que una parte de ellos no han recibido apoyo alguno del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), debido a que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) se equivocó en la entrega de tarjetas para reparto de ayuda y no ha enmendado dicho error.

Hay familias que están aún peor, ya que ni siquiera fueron inscritas en el censo del Fonden ni han recibido auxilio del fondo que creó el gobierno estatal, Unidos por Morelos.

Cada familia cuenta sus preocupaciones, pero no pierden la esperanza de tener un nuevo hogar para protegerse del frío y el calor que se sienten en este municipio del sur de la entidad, o por lo menos de recibir ayuda, principalmente agua embotellada, víveres y materiales de construcción.

Cuentan que ya son muy pocas las personas que se acercan a dejarles víveres para que se alimenten en las tiendas de campaña, donde viven.

Con información de Diario de México

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