Ni duda cabe de que cuando la ciudadanía siente que las cosas van mal es por cómo se desarrollan las cosas, y la sabiduría popular es verdaderamente grande.

El asalto a La Guelaguetza, uno de los antiguos restaurantes de la ciudad, es algo que nos duele a los morelenses porque nos hace darnos cuenta una vez más de la amarga realidad en la que vivimos.

La inseguridad, que ha permeado durante los últimos años en el estado y en Cuernavaca y sus municipios conurbados, no tiene paralelo ni antecedente. Sólo recordemos la marcha ciudadana en contra del ex gobernador Carrillo Olea que, supuestamente, fue algo inédito. La verdad es que no fue más que una farsa manejada por un hampón de la publicidad como es Graco, que hizo creer a muchos que él había logrado correr al ex gobernador Carrillo, quien tenía problemas añejos con el entonces presidente Zedillo que vendió el país a los norteamericanos.

Pero ni en esa época hemos estado tan mal e inseguros. Después fueron varios años con los panistas, que no dieron una con la seguridad en el estado y nos dejaron en manos de la delincuencia; sus jefes de policía se vendieron a la delincuencia organizada y convirtieron a Morelos en el paraíso de los criminales. Después llegó el depredador Graco, quien acabó con todo y se robó todo lo que pudo, hasta la vergüenza, y junto a un grupo de hampones que se sienten políticos, azuzados por la gorda y los juniors trataron de comprar todo Morelos, despojaron a miles de gentes de sus casas y con una izquierda Chanel trataron de apantallar a todos, hasta a los narcos, con los que se dividieron el pastel llamado Morelos. Para eso crearon muchos cómplices, los cuales ahora quieren resucitar con un nuevo partidito político.

Tenemos los morelenses que ponernos las pilas y ver quiénes son los candidatos a diputados y a qué partido representan, porque los votos para los diputados serán los que les den la perdurabilidad a los partidos pequeños; por eso hay que estar muy pendientes.

Sabemos que vivimos en el terror, en la inseguridad total, los asaltos robos y demás fechorías las vemos todos los días; antes nos sentíamos mal, pero ya nos hemos acostumbrado.

No vemos realmente en qué trabaja el gobierno, no sabemos a qué se dedica aparte de hacer negocio para enriquecer a sus miembros, los programas realmente son muy pocos y el trabajo de los secretarios no se ve en beneficios para la ciudadanía.

De los ayuntamientos, parece que se salvan dos o tres, pero nada más, y la inseguridad sigue a todo lo que da.

Ahora los partidos, todos, se han convertido en santos y quieren “sacrificarse” en los cargos de elección popular dizque para ayudar a los morelenses. Qué mentirosos, sólo quieren ver si llegan para ver que sacan.

Tenemos que entender que la jugada es doble, unos quieren llegar y les han ofrecido todo en los nuevos partidos y otros son los verdaderos dueños de los partidos, que quieren seguir viviendo del gobierno a través de las prerrogativas.

Vea usted a lo que llegan, el ejemplo más claro está en el del PT, con una líder que ha perdido todo poder y que vende una candidatura al alcalde en funciones a pesar de su pésimo desempeño, sin el menor recato, porque lo que le interesa es el dinero y no los morelenses. Por favor, a partidos de esa clase ni un voto; lo mejor que nos podría pasar es que perdieran el registro.

Las reuniones de multitudes ahora están muy limitadas por la pandemia, pocos son los irresponsables que las hacen, sin importarles nada más que su ambición. No cabe duda de que se equivocan, las cosas no son así, ahora con tanto candidato y con tanto partido van a ganar los que de una u otra manera convenzan verdaderamente al mayor grupo de gente; y llegarán al cargo con votos, pero no con los suficientes para gozar de plena legitimidad, y tendrán legalmente el triunfo, pero la legitimidad que da la voz de una real mayoría ninguno la tendrá.

También habría que analizar las alianzas por debajo del agua que se están dando, porque hay muchos que, al parecer, serán contrincantes, pero sus gentes más cercanas aparecen como segundos de otros; eso nos indica que en el fondo están de acuerdo unos con otros, y a los ciudadanos es a los que nos están dando atole con el dedo.

Por lo pronto, ahora sabemos que Manuel Martínez Garrigós se queda fuera y será Chacho Matar el candidato, y que Maricela Velásquez se bajó de su candidatura por el segundo distrito por el PRI.

Así veremos a muchos más en los próximos días; así que deberemos estar pendientes de lo que sucede en Morelos. ¿No cree usted?

Por TEODORO LAVÍN LEÓN /  lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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