Cuernavaca, MORELOS.- Elizabeth Monroy Marik tiene 40 años de edad, madre de familia que salió adelante tras el abandono de su pareja, agrega, yaa en ese tiempo la situación era muy difícil económicamente, “hasta pensé en vender gelatinas o jugos, pero pues jamás había vendido nada, ni siquiera un lápiz, se me cerró el mundo, pero dije por mi hija tengo que salir adelante y pensé, yo sé maquillar, por qué no vincular esto con las ventas y así es como me inicié en el negocio, dedicado a la cosmética”.
Algo que me impactó al principio fue cuando salía con mi hija a la calle a entregar mi tarjeta de ventas, me sudaba horrible la mano, no podía darla y me regresaba toda frustrada a esconder a mi casa, mentalmente este fue el reto más grande a vencer, recuerdo que un amigo me dijo, pues véndele a tu familia, pero en mi familia solo somos cuatro y uno soy yo y el otro es un primo”.
“Mi tía padece de embolia y mi prima solo usa labial, vaya potencial que me auguraba, hasta que una amiga me dijo, mira, agarra un juguete de tu hija y abrázalo muy fuerte y que eso te dé las fuerzas, lo hice y así es como me salí a contactar y entregar mi tarjeta de ventas y si pude ese día conseguir diez números telefónicos y orando agarrada a Dios, mejoró mi situación”.
Tiempo después pudo demandar a su esposo, porque para ese tiempo, él ya no cumplía con sus obligaciones de manutención. Yo seguía adelante sola, con Manola y seguía vendiendo, me di cuenta rápidamente que mi anterior fracaso, fue el miedo al fracaso y mis propias limitaciones, eso me costó mucho superarlo, mi mente despertó y por eso dije hay que vencer a la mente”.
Con el tiempo comenzaron a caer las ventas, hoy estoy mejor, corro con todos los gastos tanto de una madre y la un padre, hasta he adoptado a animales de la calle a tres perros y tres gatos, eso me da mucha satisfacción. También vinieron los premios y también de eso le ha tocado a mi hija y es feliz”.
“Desgraciadamente hoy con la pandemia se ha caído todo, pero también gracias a ello, me ha trasformado y enseñado a valorar y amar mi trabajo sobre todo a Dios; por eso les digo las mujeres que catalicen su vida orando, amando a Dios, para salir adelante; a las jóvenes, que hay trabajar, prever, aprender a ahorrar dinero; lean, júntense con gente inteligente y emprendedora”.
(parte final)
Elizabeth Monroy Marik. En la segunda parte de la entrevista, donde cuenta su historia de superación, a Diario de Morelos.
Por: Luis Flores / local@diariodemorelos.com