José Mourinho es, si lugar a dudas, uno de los mejores entrenadores del fútbol moderno. Los títulos y las estadísticas hablan por si mismos tras ganar 4 de las ligas más importantes de Europa, una multitud de torneos coperos y, sobre todo, las Champions, conseguidas con un Oporto que sorprendió a todo el mundo del fútbol y con el Inter.

"P1013879" (CC BY 2.0) by  Sona Hovasapyan

Sin embargo, si hay algo que llama más la atención que su palmarés es su actitud tanto con los rivales como con sus propios clubes y plantillas. La última ocurrió tras la debacle durante la fase de grupos de la nueva Liga Conferencia con la Roma. Comienzan las dudas y se rumorea incluso un interés por parte de un Newcastle recién adquirido por un fondo saudí que no va a escatimar en gastos. De hecho, algunas plataforma de apuestas deportivas ofrecen una cuota de 40 (a 26 de octubre del 2021) a través de su app de deportes si el entrenador luso acaba siendo el elegido. La verdad es que, considerando sus salidas, no sería tan extraño.

Mourinho en estado puro

Quizás su momento álgido en cuanto a actitud fue durante su etapa en el Real Madrid. Consiguió arrebatarle el título liguero a un Barcelona histórico, pero sus momentos estelares llegaban en la sala de prensa, donde criticaba a jugadores, prensa e incluso al presidente blanco.

"jose!" (CC BY 2.0) by  apasciuto

Sin embargo, el momento más vergonzoso fue cuando le metió el dedo en el ojo al fallecido Tito Vilanova, por aquel entonces asistente del Barcelona, durante La Supercopa de 2011. Ese mismo año rescinde su contrato con el club blanco, de mutuo acuerdo, en la peor temporada de su carrera, según el propio Mourinho. No por mucho tiempo.

The Special One vuelve al club de sus amores, el Chelsea con el que había levantado la orejona, y vuelve a ganar la Premier League en su segundo año para marcharse la temporada siguiente tras un inicio de temporada horrible. De nuevo, “de mutuo acuerdo” aunque sus comentarios sobre sus jugadores y el propio club fueran incendiarios.

Acabaría pasando por dos clubes rivales. Primero entrenó al Manchester United, donde las críticas a Luke Shaw, quien por cierto se ha convertido en una pieza clave de los Diablos Rojos y del combinado inglés desde la marcha de portugués, y a otros jugadores eran constantes. Después pasó a otro equipo londinense, un Tottenham que había jugado la final de Champions la temporada anterior y cayó estrepitosamente en la Europa League tras un encuentro en el que volvió a responsabilizar a sus jugadores.

Vuelta a Italia

Mourinho ha regresado esta temporada a su querida Serie A pero, curiosamente, no al Inter sino a la Roma. Contó sus 3 primeros encuentros ligueros por victorias para situarse en lo más alto de la clasificación en el partido número 1000 de la carrera del portugués.

"José Mourinho / Жозе Моуринь" (CC BY-SA 2.0) by  Aleksandr Osipov

La jornada siguiente empiezan los problemas con la derrota por 3-2 contra un modesto Hellas Verona y desde entonces pierde contra la Lazio y la Juve, dos candidatos al scudetto. Mientras tanto, todo parecía ir bien en la Liga Conferencia tras ganar sus dos primeros encuentros, contra el CSKA y el Zorya Luhansk.

Entonces llegó el FK Bodø/Glimt noruego a hacer historia con un humillante 6-1. Si tras su partido número 1000 estaba en lo alto de la tabla, en su partido número 1008 sufrió la mayor goleada de su carrera como entrenador. Por supuesto, destrozó a sus jugadores en rueda de prensa.

¿Tendrá sus horas contadas en la capital italiana?

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