Manrique Mezquita Tadeo, tenía 38 años, trabajaba para una empresa de televisión por cable en Tehuacán, hasta que un grupo de pobladores de San Marcos Tlacoyalco, en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, Puebla, lo lincharon este domingo tras rumores de que era secuestrador.

Las acusaciones no tuvieron sustento, nadie se presentó a la comandancia de policía a levantar una denuncia formal, pero esos rumores acabaron con la vida de este hombre, padre de una niña de ocho años.

Manrique era originario del municipio de Ángel R. Cabada, en la zona de los Tuxtlas, en Veracruz. Tenía una hija que vivía en Michoacán con su primera pareja.

Desde hace más de siete años viviendo en Tehuacán, donde trabajaba como parte de una empresa de cableado que era proveedora de Megacable.

En Tehuacán tenía una vida estable con su actual pareja.

Pasaban de las 18:00 horas del domingo 9 de agosto cuando los policías recibieron un reporte de una riña entre tres personas en la localidad.

Cuando los elementos policíacos llegaron al lugar encontraron a un grupo de personas con palos en las manos, quienes lo tenían rodeado.

Él dijo que trabajaba en una empresa de cable en la ciudad de Tehuacán. Después lo trasladaron a la comandancia del pueblo y lo tuvieron varias horas detenido sin ningún cargo.

Alrededor de las 21:00 hrs. los rumores se incrementaron, unos decían que el detenido era un supuesto secuestrador de niños, otros que supuestamente quería llevarse a una joven, e hicieron sonar las campanas de la iglesia pidiendo se reuniera el pueblo, sin importar la pandemia de coronavirus, medios locales contaron alrededor de mil personas reunidas.

Entre gritos y acusaciones se concentraron frente a la presidencia auxiliar de San Marcos Tlacoyalco, robaron una unidad policíaca y con esta misma camioneta rompieron una pared e ingresaron para sacar al detenido, los policías fueron golpeados y reducidos en poco tiempo.

En la población de Tlacoyalco existen sólo siete policías para más de 13,000 habitantes.

Cuando Manrique estaba en la calle, los pobladores lo siguieron golpeando y le arrojaron piedras hasta destrozarle la cabeza.

Una ambulancia llegó para atenderlo, pero les impidieron acercarse.

Los ciudadanos trajeron combustible y le prendieron fuego, aún se movía.

 

Habla la madre del linchado

“Esta muerte tan horrorosa que le dieron a mi hijo. Lo mataron porque lo acusaron de que era un secuestrador, mi hijo no se dedicaba a eso. Mi hijo tenía años de estar trabajando en Megacable. Mi hijo no nada más anduvo en ese pueblo, anduvo por Chiapas, por diferentes lugares lo mandaban de la compañía”, dijo la madre de la víctima a Imagen Televisión.

“No es porque esté muerto, pero mi hijo era muy buena gente. Era una persona muy sencilla, muy carismática, muy amiguera, era muy alegre, muy respetuoso, a mí me adoraba como su madre, decía que se sentía orgulloso de mí. Yo lo que quiero es que se haga justicia, que no quede impune su muerte, porque cuántas muertes no han hecho así, que han matado gente inocente por creer que son secuestradores, los han matado y son inocentes; yo quiero justicia, quiero que se haga justicia”, insistió Doña Ana.

En tanto, la ex pareja y madre de la única hija de Manrique, externó su consternación por la muerte repentina:

“Él no era malo, él era una buena persona, a su hija le hablaba, le decía que la quería, que la amaba, que era su princesita. Mi hija ahorita está destrozada, es una niña, mi hija es una niña, pero como toda niña de 8 años, le duele porque sabe quién es su papá”. El gobernador Miguel Barbosa refirió en conferencia de prensa esta mañana que la Secretaría de Seguridad Púbica del Estado de Puebla tomará el control del municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, y que se realizará la investigación pertinente para que no quede impune este asesinato.

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