En un episodio que encapsula perfectamente su estilo provocador, el presidente argentino Javier Milei obsequió una motosierra a Elon Musk durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Washington. Este peculiar regalo no fue una elección al azar, sino un guiño a la emblemática herramienta con la que Milei ha simbolizado su lucha contra el gasto público y la burocracia estatal.
El encuentro entre el mandatario argentino y el magnate de Tesla y SpaceX no es casualidad. Ambos comparten una visión de mundo que aboga por el libre mercado, la reducción del aparato estatal y el rechazo a regulaciones que consideran un freno a la innovación y el desarrollo económico. Musk, quien en repetidas ocasiones ha expresado su admiración por Milei a través de la red social X (anteriormente Twitter), recibió el obsequio con una sonrisa y se tomó fotos con la motosierra en mano, generando una oleada de reacciones en redes sociales.
La relación entre ambos personajes no se limita a un intercambio simbólico. En sus respectivas esferas, Milei y Musk se han posicionado como figuras disruptivas que desafían el statu quo: el primero, desde la política, con su agresiva agenda de recortes y desregulación; el segundo, desde la tecnología y los negocios, con sus apuestas en inteligencia artificial, exploración espacial y energías renovables.
Además de su aparición en la CPAC, Milei aprovechó su viaje a Estados Unidos para reunirse con Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI). La conversación giró en torno a la situación económica de Argentina y los ajustes fiscales que el gobierno lleva adelante. Georgieva destacó los avances en el "plan de estabilización y crecimiento", mientras que Milei aseguró que continuará con su "revolución libertaria".
El gesto de la motosierra, más allá de su impacto mediático, reafirma la estrategia de Milei de consolidarse como un líder internacional del movimiento libertario y fortalecer alianzas con figuras influyentes en el mundo empresarial y tecnológico. El tiempo dirá si esta amistad trasciende lo simbólico y se traduce en proyectos concretos para Argentina.
