Por tercer año consecutivo, desde que tomamos posesión junto con el embajador de Ecuador y mi amigo Uziel Gutiérrez de la Isla QEPD, presidente de la “Red Latinoamericana de Cronistas” como Socios Honorarios del Grupo “Unidos por Taxco”, conformado por destacados empresarios, profesionistas, escritores, pintores, ocupados en el progreso de Taxco, como mis parientes los Figueroa del vecino Juliantla, los Castillo, los Meléndez, los historiadores y cronistas Juan Crisóstomo Estrada y Javier Ruiz Ocampo, algunos ex alumnos del Colegio Cristóbal Colón de Cuernavaca como Antonio Ortega Figueroa ex presidente municipal, personajes de la política, de la función pública, y destacados miembros de la sociedad taxqueña, eligieron para presidente del año 2021, al Lic. Jaime Pineda Ruiz. Agradecido. 

Taxco y Cuernavaca  forman una comarca desde tiempos remotos, indivisible geográficamente, en familias, afectos, costumbres, comida, cultura y comercio. Taxco fue habitada también por los tlahuicas de Cuauhnáhuac que fueron llevados por Ahuizotl emperador azteca para la producción de hilos, telas, tilmas y papel amate que era su especialidad, región donde tuvieron asentamientos con importantes vestigios. 

Hernán Cortés, residente ya de Cuernavaca, estableció un campo minero en Tlaxco que después se constituyó en la población de Taxco lugar al que también llevaría tlahuicas de Cuernavaca a trabajar en sus minas. 

En el siglo XVII, Juan Ruiz de Alarcón escritor taxqueño autor de La verdad sospechosa -una de las mejores piezas de la literatura hispanoamericana- cuya fama llegó a Europa, fue su nombre el que llevó el primer Teatro de la Ciudad de Cuernavaca del que se conservan su fachada, pórtico y escalinatas interiores ubicado en la calle que también lleva ese nombre esquina con Rayón.

A mediados del XVIII, el inversionista José de la Borda llegó a Taxco, formó el Real de Minas, la más importante explotación de Nueva España, años más tarde ordenó la construcción del templo de Santa Prisca. Y también construyó en Cuernavaca una posta para resguardar sus cargamentos de plata a medio camino entre Taxco y Ciudad de México. Su hijo Manuel construiría ahí mismo los famosos Jardines Borda y el anexo Sagrario de Nuestra Señora de Guadalupe, además de los huertos de aclimatación de plantas y árboles frutales. Don José también ordenó un acueducto que traía el agua de los entonces abundantes manantiales de Gualupita, que hoy se ve en las calles de Guerrero y Cuaglia para regar esos jardines y que daría servicio a toda la población. Finalmente, por diferencias con el Cabildo de Taxco, decidió a vivir el resto de sus días en la Casa Borda de Cuernavaca y ordenó ser sepultado dentro de la Capilla Abierta de San José anexa a la Catedral. 

Durante el Segundo Imperio, Maximiliano de Habsburgo se hospedó en esa casa  por temporadas y une a Taxco con Cuernavaca con todos sus pueblos aledaños formando el “Distrito de Iturbide” sin embargo, Juárez, al ganar la Guerra de Intervención separa estas dos coloniales poblaciones, y ya no incluyó Taxco al fundar el estado de Morelos.  

En la Revolución se levantaron en armas los Figueroa de Huitzuco, enviaron una carta de adhesión a Zapata quien después rompería relaciones con los Generales Figueroa al quedarse ellos del lado de Madero y es cuando Zapata promulga el Plan de Ayala donde se pedía la destitución del General Ambrosio Figueroa como Gobernador de Morelos y se desconocía a Madero como presidente, Plan que fue redactado en Iguala Guerrero por el abogado Salustio Carrasco Núñez.  

Unos años después llegó de turista a Taxco William Spratling quien estando ya en México consiguió ser reportero de una revista norteamericana y se quedó a vivir en esa población, pronto perdió el empleo y vivió dando clases de inglés, era ya un taxqueño de corazón, él, seria intermediario entre su representado Diego Rivera y Dwight Morrow -banquero, embajador norteamericano y suegro de Charles Lindberg quien visito en varias ocasiones la casa de los Morrow en Cuernavaca donde conoció a la hija del embajador que sería su esposa, aterrizaba su aeroplano en una loma al poniente de la ciudad; casa, donde se dio la negociación para que Rivera pintara los murales del Palacio de Cortés cuando era gobernador Carlos Lavín Aranda, murales que Morrow pagó. Diego le había aceptado a Spratling un precio menor; lo que más deseaba el pintor eran espacios para plasmar sus frescos, pero Spratling subió el precio a Morrow a doce mil dólares -el triple- por tal, Diego le dio una comisión de dos mil dólares –de aquellos de 1930- con lo que Spratling inició su negocio de platería y comenzó a diseñar trabajos en plata basados en motivos prehispánicos, que lo harían millonario y mundialmente famoso como el padre de la platería mexicana dejando ese importante legado a Taxco. 

Los Figueroa –de origen judío-portugués- fundaron a principios de la Época Colonial la población judía de Judianea, después se llamó Judiantla, hoy Juliantla donde se construyó la primera sinagoga de América de la que solo se conserva el Migbé -baño ceremonial- y el pozo de purificación para mujeres posterior a la menstruación. 

P.D. Hasta el próximo sábado

 

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