Decía Gabriel García Márquez Premio Nobel de Literatura 1982 -con quien platicaba en céntrico restaurante de Cuernavaca- “La crónica es un cuento que es verdad”; una definición por demás certera y despejada, un resumen filosófico, dicho por este maestro de la literatura universal. 

La Crónica Literaria, es, en sí, una verdad novelada de estilo cálido, en la que el cronista debe hacer sentir su palabra trasmitiendo sentimientos, para que el lector perciba; la alegría, el color, el ambiente, el dolor, sonidos, clima, sabores, olores; para ello requiere ver -y con asombro- lo que los demás no ven, lo que otros no escuchan, lo que otros expresan con actitudes, y sobre todo debe saber y contar lo que es interesante para los demás. El cronista literario es un testigo presencial que plasma los acontecimientos que merecen ser preservados. Otra cosa es la “Crónica periodística” que describe a posterior el “cómo fue” o el “reportaje o noticia” “el que pasó” y sus variantes.

Así como un mural narra una historia, la Crónica Literaria, es un documental hecho con palabras. “Ernest Hemingway contaba que “Escribir, va sobre enriquecer las vidas de aquellos que leen tu trabajo y así, enriquecer tu propia vida. Va, sobre, ser feliz”, en ese sentido, Guillermo Tovar dijo que “el cronista designado debe ser quien mejor escribe”. 

La crónica no está reñida con la historia, al contrario, están íntimamente relacionadas, pero separadas; y referenciándose entre sí pueden coexistir en un mismo texto, incluso con el ensayo, así, los cronistas no están impedidos de escribir de historia ni los historiadores de crónica.

Recién asistí al “IV Coloquio Internacional de la Crónica” efectuado del 29 de mayo al 1º de junio, en el atesorado “Teatro Calderón” de Zacatecas México, una ciudad ejemplo, con un centro histórico que respeta su patrimonio, impecable en su conservación y limpieza, calles y banquetas con piedra canteada, sin vendedores ambulantes ni semifijos, publicidad controlada, por eso ganó el título de “Ciudad Patrimonio de la Humanidad” con todos los beneficios que eso le representa. Ver una ciudad limpia invita a conservarla limpia. El evento fue organizado por la “Red Latinoamericana de Cronistas” donde impartí la ponencia designada Magistral en la modalidad de “Crónicas contemporáneas” con el tema “Donde la primavera es eterna”.

La finalidad del coloquio, fue “promover el intercambio de ideas, criterios, integración y convivencia entre cronistas latinoamericanos, oficiales o de libre ejercicio, sin hacer a un lado el aspecto histórico”. El coloquio, fue auspiciado por la “Unidad Académica de Historia de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas-BUAZ”, donde los cronistas decanos presentaron trabajos también de historia, lo que, para algunos pudiera ser algo descarrilado y criticado. La historia es un campo mucho más amplio que la crónica si consideramos que la primera abarca desde que se inventó la escritura hasta nuestros días, pero originalmente basada en crónicas de primera mano; así, la crónica es como la madre de la historia y una de sus fuentes más ciertas; no así la historia que tiende a contaminarse con otras fuentes que repiten falsedades con rehechuras sujetas a intereses oficialistas, a simpatías y antipatías, a puntos de vista personales o a intereses de mecenas, haciendo una cadena de falsedades que se convierten en verdades de papel; es más fácil engañar que convencer a alguien que ha sido engañado. En cambio, la crónica surge contemporánea, y es fuente de primera mano.   

El maestro Tomás Jurado Zabala, fehaciente promotor de la buena escritura y galardonado dramaturgo venezolano, dio el interesante taller “Palabra y Crónica”.

En Morelos, no existe la figura de cronista de las universidades, en otras, los hay hasta uno por cada facultad y escuelas; tampoco existe la figura oficial de Cronista del Estado, y aunque existe de los municipios, solo en la capital no se cumple la norma. 

De Colombia asistió nuestra muy querida y apasionada amiga Tatiana Thiriat Agudelo presidenta de “Red Latinoamericana de Cronistas” -RELAC; destacó Carlos Cosgaya de Yucatán presidente de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas ANACCIM, con quien hablamos de mi reingreso a esa recién depurada, restructurada y fortalecida asociación; también estaba nuestra estimada María de Jesús Real Figueroa ex presidenta y actual directora de Asuntos internacionales de la propia ANACCIM; desde luego la entusiasta Genoveva Álvarez Valencia Presidenta de RELAC-México; y el gran anfitrión fue Uziel Gutiérrez de la Isla presidente honorario de RELAC y cronista de la BUAZ apoyado por Erika Flores, además de cronistas destacados como Rómel Escalona, Américo Cortés y Gregorio Rodríguez Mogollón de Venezuela; Miguel Ángel Car de Guatemala entre otros, de Yucatán, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Zacatecas, CDMX, cuarenta participantes, a todos mis afectuosos saludos. 

En septiembre la reunión anual de la RELAC en Colombia, el próximo año en Cuba, y este año de la ANACCIM en México.

Todos aprendemos de todos.

P.D. Hasta el otro sábado

“Historias y Relatos”
Carlos Lavín Figueroa
carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx

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