Las esposas de reos que fueron trasladados del penal de Atlacholoaya al Centro Federal de Readaptación Social No. 11, en Hermosillo, Sonora, insisten en que los traigan de regreso, ante el problema que les representa la distancia y la separación de la familia.
El grupo de esposas y otros familiares de los reclusos estuvieron ayer nuevamente en las instalaciones del Poder Ejecutivo para intentar una audiencia con el Secretario de Gobierno.
Desde su punto de vista no hay elementos legales que justifiquen la reubicación, y menos que ésta haya sido a un penal que se encuentra a casi 2 mil kilómetros de distancia, lo que dejó a las familias de los sentenciados en una mayor indefensión porque ahora, no sólo no pueden hacer visitas, sino que no cuentan con los recursos económicos para éstas.
La vocera señaló que un juez de ejecución, ante el que promovió un amparo a nombre de su esposo, le concedió la razón al ordenar a las autoridades penitenciarias que lo regresaran al penal de Morelos; sin embargo, dicha orden fue apelada.
Hechos. Unos 25 reos fueron reubicados al Cefereso de Hermosillo, tras el motín que se registró en Atlacholoaya el 19 de marzo.
ANTONIETA SÁNCHEZ