Se multiplican las denuncias de hijos que maltratan y agreden a sus adultos.

Los que agreden a sus viejos,
la verdad que no son hijos…
Son tan sólo unos “endejos”
Que resultan ser ”rejijos”…

Corolario: Son sólo ingratos y malditos.

Por PABLO RUBÉN VILLALOBOS

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