A la par que en el país, en Morelos se renuevan las presidencias municipales y el congreso local y federal. Se Inician las campañas en medio de un ambiente político muy complejo y de una pandemia que no termina por retirarse y que amenaza con una tercer ola.

El reto de los estrategas es adecuarse a la nueva realidad. Más allá de la crisis de salud, está el cambio que se da en la arena política. Dos grandes tendencias podemos observar. Por un lado las campañas que sigan la manera de hacer política al modo de siempre y por otra la que es capaz de entender los nuevos escenarios y renovar sus estrategias.

En el Manual de Campaña Electoral publicado por ODCA y la Fundación Konrad Adenauer Stiftung, que se encuentra en Internet, se expresa la intención de mejorar la democracia en los procesos electorales y nos alerta con claridad sobre los principales temas de una campaña.

¿Cuál debe ser el concepto central de la campaña en función de la coyuntura de la opinión pública? Pregunta el manual. Y nos dice que la pregunta se responde con un estudio de opinión que permita conocer hacia dónde se dirige el electorado. Esto se logra con los estudios cualitativos de dos tipos: Los grupos focales y las entrevistas de profundidad. Permiten conocer las motivaciones profundas y las claves discursivas y las ideas que habrán de expresarse en la imagen del candidato. O sea, “permiten ver el iceberg debajo del agua”

Las encuestas cuantitativas, bien hechas y mejor analizadas, son muy útiles. Dan cuenta de la posición ideológica de los votantes y los posibles escenarios. Es indispensable, para una buena lectura, que la encuesta considere el nivel de confianza, que no debe ser mayor del 5%. Y, atención: Una encuesta con un 40% de No Respuesta, sesga las conclusiones. El Reforma publica estos días la encuesta donde pondera una serie de temas que favorecen un posicionamiento del Presidente y en general a Morena. Sin embargo, la No Respuesta es casi del 40%. Ojo.

La reciente encuesta de Integralia es una magnífica muestra de cómo interpretar los datos de un estudio de opinión. Las conclusiones de Luis Carlos Ugalde nos hablan de las tendencias que se observan en la opinión de la gente. Muestran el deterioro del quehacer gubernamental y del partido oficial. Son insumo básico para una estrategia.

Los tiempos han cambiado a gran velocidad y los retos de los candidatos serán distintos. Pandemia; pulverización del voto; polarización social; partido en el gobierno con tendencia autoritaria y la tecnología e influencia de las redes sociales.

Las nuevas estrategias darán una atención fundamental a las redes sociales. Cosa que no se ve en los candidatos de Morelos en la precampaña. Es cierto que aún no inicia oficialmente la contienda, pero nada les impide mostrar sus ideas o críticas. Una mirada a las cuenta de Twiter, Instagram y Facebook de los candidatos a la presidencia municipal de Cuernavaca, muestran poco movimiento. Suben un twit al día (si acaso) que muestra timidez en su uso. Mensajes planos, sin interés ni provocación y sólo describiendo lo que hicieron en un evento, lo que comieron o a quién saludaron. Deberían saber que un tuit no es un boletín de prensa. (alguno medio se salva)

Conviene a la democracia que las campañas crezcan, motiven, provoquen, debatan, critiquen, en pocas palabras que los candidatos muestren de lo que son capaces de pensar y de hacer al llegar a la posición que buscan. El abanico de las redes sociales es amplio y debe conocerse bien su penetración y sus características. Quien lo entienda quizá logre mejores números. Por supuesto sin desatender los medios tradicionales de comunicación.

Forbes señala que una campaña en redes va “desde un blog de partido, blog del candidato, página oficial y grupos en Facebook, Twiter con su perfil, listas propias y videos de 6 segundos en Vine, un canal en YouTube, Vimeo o DailyMotion, un sitio en Google+, una acción de microblogging con Tumblr, cercanía personal mediante Mobile marketing con WhatsApp, WeChat, Line, GQ, Instagram, además de nuestras imágenes en Flikr y tableros en Pinterest.” Recomendación nada despreciable pero demanda inversión, imaginación e innovación.

Por  Ariel Homero López Rivera / opinion@diariodemorelos.com

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