México se ha dado uno de los sistemas de avanzada en la construcción de la democracia: el sistema electoral, responsabilidad que recae en el INE. Construido con la participación de mexicanos comprometidos. Se transformó al ser Instituto Federal Electoral en Instituto. La creación del IFAI/INE ha hecho posible la democratización del país.
Los expertos coinciden en la necesidad de continuar con la evolución de la institución. El debate que se ha generado ha sido muy intenso. La propuesta presentada por el presidente, pretende modificar sustancialmente el sistema electoral.
Los especialistas electorales observan que no es oportuno realizar modificaciones a la actual estructura y sistema del INE, por estar demasiado cerca la elección presidencial. Advierten de los riesgos en que se convierta en un sistema que dé marcha atrás a lo logrado.
Preocupa sobremanera, entre otros temas, la intención de hacer que la designación de los consejeros del INE y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sean sometidos a votación popular. Ello beneficiaría a Morena. Sería como designar a los seleccionados nacionales que irán a Qatar, por votación directa de los aficionados. Inimaginable.
Morelos ha demostrado la eficacia del sistema electoral vigente. Han ganado las elecciones en las últimas dos décadas cuatro partidos diferentes. Así lo decidió la mayoría y ha sido cabalmente respetado el resultado. No se ven argumentos serios de por qué modificarlo sustancialmente. El Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC), y El Tribunal Electoral del Estado de Morelos han cumplido su función y dado certeza a los resultados electorales. El sistema funciona y es perfectible en otro momento.
Es de llamar la atención que los legisladores morelenses no se hayan pronunciado en ningún sentido ante la iniciativa para transformar el sistema electoral. Es inquietante. El futuro del país está siendo sometido a una durísima prueba. Parece que vivimos al margen de lo que sucede en el país y en Morelos ni siquiera se discute. No hay debate.
Los legisladores de Morelos tendrán que emitir su voto. Tienen una enorme responsabilidad. Llevar a las cámaras de diputados y de senadores el sentir de los ciudadanos. Sabemos que obedecen a las decisiones de sus partidos. Sin embargo, deberían pulsar el sentir de su distrito o entidad. Al mismo tiempo, analizar y entrever los alcances de la propuesta en discusión. Dejar al margen sus convicciones ideológicas y partidarias y… pensar.
La cámara de diputados local, así como los legisladores federales, tienen una enorme responsabilidad. Sin embargo no he visto un solo pronunciamiento. Están obligados a dar a conocer al pueblo de Morelos, primero en que consiste la propuesta que amenaza en convertirse en un parteaguas de la vida nacional. Segundo, cuál es su posición.
Morelos eligió a sus representantes populares, no para que hagan gestorías y pronunciamientos banales en disputas interminables por el control de los recursos de las cámaras. No. Fueron designados para que llevaran la voz de sus representados a la máxima tribuna del país y del Estado. Para que deliberaran. Para que orientaran a la población de los alcances, conveniencias o desventajas de las iniciativas.
Justo es que nos digan pros y contras de la iniciativa de la reforma. Los porqués votarían en un sentido u en otro.
De los temas principales de la reforma destaco la propuesta para que magistrados y consejeros serían designados por votación popular. Actualmente lo son por un sistema que permite sean designados por su capacidad y experiencia. No por mayorías manipulables.
Lo que pretende la reforma con la designación popular de los magistrados electorales y los consejeros del INE, simplemente me parece una aberración.
O sea, se votaría por los consejeros y magistrados pero no por los diputados y senadores. Quienes serían electos por listas propuestas por los partidos. Inconcebible. Qué dicen nuestros legisladores: NADA.
POR: Ariel Homero López Rivera