China, uno de los países más preocupados por su baja tasa de natalidad, enfrenta una paradoja. Aunque debería enfocarse en fomentar el bienestar emocional y la dedicación a los hijos, algunas de sus acciones parecen contradecir esta prioridad. En este contexto, ha surgido una tendencia peculiar: el uso de mascotas impulsadas por inteligencia artificial (IA) como solución para combatir la soledad, especialmente entre los jóvenes.

En un centro comercial de Pekín, Zhang Yachun, una joven de 19 años, ha encontrado en un pequeño robot con apariencia de peluche a su aliado más cercano. Este dispositivo equipado con IA emite sonidos suaves que la ayudan a sentirse acompañada y menos aislada.

Zhang, quien ha enfrentado ansiedad tanto en la escuela como en el trabajo, siempre tuvo dificultades para establecer relaciones profundas. Sin embargo, su vida cambió cuando adquirió un "BooBoo", una mascota tecnológica diseñada para interactuar con los humanos.

Desarrollado por Hangzhou Genmoor Technology, el BooBoo es un robot en forma de conejillo de indias que se mueve y emite sonidos. Su precio alcanza los 1,400 yuanes (aproximadamente $3,800 pesos mexicanos). Aunque fue diseñado originalmente para niños, su público se ha expandido a todas las edades.

El auge de las mascotas con inteligencia artificial evidencia cómo la tecnología está redefiniendo las relaciones humanas, ofreciendo apoyo emocional en una sociedad en constante transformación.

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