En la jornada electoral del pasado fin de semana se confirmó la debacle opositora, el PRI perdió Oaxaca e Hidalgo, y el PAN perdió Quintana Roo y Tamaulipas. La alianza opositora Va por México solo pudo conservar Querétaro y Durango. Morena y su coalición ganó cuatro de las seis gubernaturas en disputa, y en estricto sentido no perdió nada porque no era gobierno en ninguna de las entidades en donde hubo elección. Morena ganó por una diferencia de 40.3 puntos porcentuales en Quintana Roo, de 35.3 puntos en Oaxaca, de 30.3 puntos en Hidalgo y de 5.8 puntos en Tamaulipas. Mientras que en Querétaro perdió por una diferencia de 20.2 puntos porcentuales y en Durango por 14.9 puntos.

Con estos resultados la coalición de Morena gobierna 22 estados, que representan el 59 por ciento de la población total del país, algo que nunca pudo conseguir el PAN, que en su mejor momento gobernó 11 estados. A pesar de que los datos son contundentes, los dirigentes de la oposición cínicamente salieron a vender los resultados electorales como una victoria. Su argumento fue que lograron que Morena no arrasara, que no ganara las 6 gubernaturas. La pretensión fue tan obscena que hasta los comunicadores aliados de la oposición como López Dóriga y Loret de Mola se indignaron. López Dóriga incluso tomó la decisión editorial de no entrevistar a los presidentes del PAN y del PRI en su programa de radio, tachándolos de mentirosos y por faltar al respecto a los ciudadanos. 

A pesar que los dirigentes del PRI-PAN-PRD insisten en que la coalición Va por México sigue firme, ésta ya mostró fisuras. A los pocos días de la jornada electoral, Mexicanos contra la Corrupción de Claudio X. González, reveló una investigación en contra del presidente del PRI, Alejandro Moreno, en donde detallan que él, su hermano, su mamá y su arquitecto de cabecera son propietarios de 35 casas y terrenos en Campeche. El mecenas de Va por México ya decidió que Alejandro Moreno le estorba, lo cual fue resultado de la publicación de diversos audios que revelaron la verdadera naturaleza corrupta y autoritaria del presidente del PRI.  

Los dirigentes de la oposición también están enfrentando rebeliones internas, algunos de sus militantes se oponen a la alianza y prefieren competir con una identidad partidaria bien definida, y no solo como una agrupación que le apuesta a la inconformidad con la administración obradorista. La andanada de críticas ha sido tan avasalladora que los líderes del PAN, PRI y PRD se sacaron de la manga una moratoria constitucional. Declararon que no aprobarán ninguna reforma constitucional en lo que resta de la administración del presidente Obrador. Otra vez, tratan de mostrar fortaleza cuando en realidad están a merced del morenismo, que tiene mayoría legislativa. 

Las consecuencias de la derrota aún están por verse, pero si son autocríticos un escenario posible es la cancelación de alianza electoral entre PAN y PRI. Al PAN le ha pesado defender la tan desacreditada marca del PRI, no solo entre el electorado sino entre su propia militancia, que se siente agraviada por cohabitar con su enemigo histórico. En pocas palabras, Morena se llevó los votos del PRI, y el PAN la mala imagen del PRI. Ahora Claudio X. González busca desesperadamente la “frescura” de Movimiento Ciudadano (MC). Desafortunadamente para él, Enrique Alfaro ya le contestó que no se sumarán a una alianza simplona que solo plantea el reparto de huesos y posiciones.   

Por: Cristian Campos Contreras / ccamposcontreras@yahoo.com.mx


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