Cuernavaca, MORELOS.- La insistencia de incomodar a otra persona, denostarla, resaltar ciertas características o actitudes negativas de ella, pueden ser aprendidas, y no corregidas, en su entorno familiar, expone la coordinadora de Psicología Organizacional de la Facultad de Psicología de la UNAM, Erika Villavicencio Ayub.

Debido a que el contexto en el hogar propicia conductas hacia el exterior, si al interior existen antecedentes de violencia psicológica, física o de cualquier otro tipo, algún integrante tendrá mayor probabilidad de sufrir o infringir agresión, explica.

El acoso también tiene que ver en gran parte con nuestra cultura, y es muestra de la problemática en general que atraviesa la humanidad, acota la experta. “Las agresiones son resultado del cúmulo de frustraciones, de necesidades no cumplidas en diferentes aspectos. Por eso, cuando alguien te provoca, puedes reaccionar de manera agresiva debido a que hay personalidades que se les facilita más la reacción hacia la violencia”, describe.

Casa. Su incremento muestra la problemática que atraviesa la humanidad.

Por: Redacción Ddm / local@diariodemorelos.com

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