Dembelé salvó a los blaugranas de una derrota ante un rival que nunca en la historia fue peligroso en el Nou Camp
Barcelona.- El Eibar, un equipo que perdió siempre en el Camp Nou, exhibió al Barcelona de Ronald Koeman, que despidió el 2020 con empate a 1-1. La Liga ya no se dibuja en azulgrana desde hace muchas semanas, pero a medida que pasan las jornadas aumenta la sensación de desgobierno en un equipo al que la ausencia de Messi le provocó un cortocircuito. Repitiendo el esquema de Valladolid, con los únicos cambios de Junior Firpo por Jordi Alba y Griezmann por Messi, Koeman dio a entender un planteamiento idéntico al de la última jornada... Pero la apuesta no resultó. Apenas si llegó en dos oportunidades con peligro al área rival: la primera sancionada con penal a Araujo, muy pronto, y la segunda en un gol bien anulado a Braithwaite por fuera de juego. El danés, por cierto, erró el penal. Koeman dio la entrada a Dembélé por un apagado Dest, con la intención de dar mayor velocidad al juego ofensivo azulgrana, pero el juego siguió siendo tan plano como en la primera mitad, solo con Pedri alumbrando entre la mediocridad generalizada. Un descontrol de Araujo en el centro del campo provocó que Kike García le robase el balón y se marchase veloz hacia Ter Stegen, a quien superó con un disparo para colocar el 0-1, al 57’. Desordenado y agobiado, el equipo azulgrana dio un paso al frente, pero sin ninguna idea lógica, moviendo el balón sin ton ni son ante el desespero de Pedri, que pedía protagonismo sin que fuera atendido mientras tanto De Jong como Pjanic seguían siendo incapaces de dar ritmo al juego. La fortuna le alumbró con otra subida por banda de Junior Firpo, acaso de lo poco que pudo destacarse en el partido, y un centro raso que encontró el remate cruzado de Dembélé para conseguir la igualada, al 67’. Barcelona cierra el 2020 como sexto de la tabla general, con 25 puntos; el Eibar está el lugar 15, con 16.
Staff Diario de Morelos