Cuando la vida no vale nada

Hoy como nunca antes en muchos lugares del mundo, de México y Morelos la vida se vive de manera inéditamente distinta, se queda chiquita la canción del gran José Alfredo Jiménez, la pasamos mayormente aislados, temerosos de que nos alcance la mano demoniaca del coronavirus. Comunicadas a la población por el alcalde Antonio Villalobos Adán, confirmadas unas medidas que ya estaban y anunciadas otras que arrancaron, Cuernavaca entró a la tercera semana de abril en modo de coronavirus. Una: el uso de tapabocas es ahora obligatorio para la población en general, y subrayadamente para los choferes de rutas y taxis que además deben usar caretas. Dos: cerrados los restaurantes y fondas, pueden sin embargo seguir vendiendo comida para llevar. Tres: al continuar abiertas las tiendas de conveniencia, panaderías, tortillerías, carnicerías, de producción agrícola y pecuaria, distribuidoras de agua embotellada, el centro comercial ALM e igual los mercados municipales de colonias populares y los tianguis sobre ruedas, pero observando los protocolos desinfectantes. Cuatro: siguen abiertos los hospitales, clínicas, farmacias, laboratorios clínicos, lavanderías, tintorerías, veterinarias, bancos, gasolineras, distribuidoras de gas LP o natural, ferretería, servicios de mensajería, telecomunicaciones y medios de comunicación, servicios de seguridad privada, centros de investigación científica así como servicios de entrega a domicilio para la distribución de los productos autorizados y empresas aseguradoras. Inminente el arranque de la fase tres de la pandemia del covid-19, el sábado el reporte del subsecretario de Salud y Prevención, Hugo López-Gatell, mencionó 650 defunciones, 12 mil 369 casos sospechosos y 29 mil 301 negativos; confirmados dos mil 299 en la capital del país, 786 en el Edo-Méx. y 610 en Baja California. De acuerdo a la Secretaría de Salud Estatal, Morelos llegó al sábado con once fallecimientos, 87 casos confirmados, 89 sospechosos y 357 descartados. Todo esto y más con el aderezo de la afirmación idiota del locutor de TV Azteca –que no periodista–, Javier Alatorre. Como seguramente se enteró el lector, dijo que no hay que hacer caso a las recomendaciones de la autoridad sanitaria contra la pandemia pero no fue lejos por la respuesta, advertido por la Secretaría de Gobernación de que le baja o le baja... Incidente que da lugar a la pregunta boba de qué mata más gente: ¿el maldito covid o la violencia desbocada del crimen? Hagamos una pasadita sólo a una parte, no toda, de la semana anterior: Adentro de un coche abandonado, en Chamilpa fueron hallados los cadáveres de dos jóvenes asesinados a balazos. Un hombre fue muerto y tres heridos a tiros afuera de una funeraria en la colonia Nopalera de Temixco. Con las manos en el fiambre fueron agarrados una fémina y un masculino en la colonia Emiliano Zapata de Jojutla, cuando intentaban esconder el cadáver de un sujeto al que acababan de matar a punta de pedradas. Tras oponerse a ser asaltado, un vendedor de hamburguesas fue ultimado a balazos en la colonia Alta Vista de Cuernavaca. Con heridas de arma de fuego encontraron el cuerpo de un joven de 25 en la colonia Benito Juárez de Emiliano Zapata, cerca de la Central de Abasto. Ahí estuvo toda la noche, pero no lo vieron sino hasta el día siguiente. Veintidós tenía el hombre cuyo cadáver fue hallado en la colonia Lomas del Carril de Temixco, a quien según testigos ejecutaron sendos sicarios que viajaban en motocicleta. Luego de ser atacado afuera de su casa en la colonia Gabriel Tepepa de Tlaquiltenango, un individuo fue llevado al hospital general de Jojutla, donde expiró. Apuñalada en el cuello, fue encontrada muerta una mujer en una casa de la colonia Providencia de Puente de Ixtla… (Me leen mañana).

 

José Manuel Pérez Durán

jmperezduran@hotmail.com 

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