Cuando la necedad puede ser fatal
En Jiutepec abunda la gente que no entiende, que se niega a respetar la sana distancia, de modo que el alcalde Rafael Reyes Reyes y sus colaboradores cercanos pasan apuros para hacerles comprender a las personas necias que es de importancia vital permanecer en casa. Y como en el segundo municipio más poblado de Morelos, igual en otros. En Cuernavaca, personal de Protección Civil tuvo que acordonar el Jardín Juárez y la Plaza de Armas para evitar que las personas paseen por los andadores o se sienten en las bancas a conversar, como ha sido costumbre.
Lo mismo ocurre en el parque de la colonia Quintana Roo y en todos –o la mayoría– de los zócalos de las cabeceras municipales. En los últimos tres días de la Semana Santa, Tlayacapan, Tetela del Volcán, Hueyapan, Tepoztlán y Ocuituco cerraron sus puertas a los visitantes, por temor a los contagios. Lo nunca visto, porque nunca México y el mundo habían enfrentado días aciagos como los que ahora transcurren por la pandemia del covit-19. Al ser los alcaldes la primera autoridad ejecutiva entre la sociedad y el gobierno, “Rafa” Reyes, Antonio Villalobos y los demás ediles del interior del estado quedarán en la historia morelense como dos de los presidentes municipales del conurbado que les tocó lidiar con la epidemia más letal de los últimos ciento cincuenta años. ¿Cómo hacerle entender a tanta gente inconsciente que el riesgo es verdadero, real, y puede ser mortal? Las cifras avanzan rápidamente. El último día de febrero registró el primer caso y, pasados apenas un mes y las tres semanas de abril, el cierre del domingo anterior reportó en México 8 mil 772 casos de personas contagiadas y 712 muertos por el virus.
Documentado el mismo domingo como el día más violento de lo que va de este año, fueron anotados 105 homicidios dolosos, veintitrés menos que en la jornada más violenta del año pasado, el 1 de diciembre de 2019, que también cayó en domingo y registró 128 víctimas de homicidio doloso. Iniciada el pasado lunes la tercera fase de la epidemia, la autoridad sanitaria advierte lo que resta de abril y lo que viene de mayo como el período de la enfermedad con más casos y más muertes. Y para sortear la enfermedad de altísimo riesgo, la insistencia de que los que pueden se queden en casa, incluidos los inconscientes que prefieren la calle al enclaustramiento… Dicho lo cual, no está de más subrayar algo de lo que dice la Organización Mundial de la Salud: La covid-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Los síntomas más comunes de la Covid-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la Covid-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica… (Me leen después).
José Manuel Pérez Durán